La falta de personal sanitario y los costes de atención provocan la muerte de un millón de bebés al año en su primer día de vida

Las primeras 24 horas de la vida de un niño son las más peligrosas. Según el informe Ending newborn deaths (Acabar con las muertes de recién nacidos), que acaba de hacer público Save the Children, en 2012, más de un millón perdió la vida en las primeras 24 horas. Muertes que se podrían evitar si la madre y el bebé tuvieran acceso a una atención sanitaria gratuita y fueran atendidos por personal cualificado. Esta ONG calcula que en todo el mundo faltan 7,2 millones de matronas, enfermeros y médicos.

40 millones de mujeres dan a luz sin la ayuda de enfermeras o matronas. (UN Photo/Hien Macline) 40 millones de mujeres dan a luz sin la ayuda de enfermeras o matronas. (UN Photo/Hien Macline)

Las principales causas de las muertes que se producen en las primeras 24 horas son los nacimientos prematuros y las complicaciones durante el parto, que, según Save the Children, se podrían evitar si fueran atendidos por personal experto. A ello se suma que 1,2 millones de niños más nacen sin vida cada año, por complicaciones en el parto, infecciones de la madre o hipertensión.

Cada año dan a luz 40 millones de mujeres sin la ayuda de enfermeras o matronas y más de 2 millones lo hacen completamente solas. En Etiopía, solo el 10 % de los nacimientos cuenta con la ayuda de profesionales, mientras que en algunas zonas rurales de Afganistán hay solamente una matrona por cada 10.000 habitantes.

En países como la República Democrática del Congo o la República Centroafricana, algunas madres tienen que pagar para recibir atención materna de emergencia, que suele costar el equivalente a lo que se gastan al mes en comida. Se han denunciado casos en los que a las madres se las tiene retenidas durante meses hasta que pagan la cesárea. 

“Nos llegan historias horribles, que con mucha frecuencia tienen un final trágico, sobre madres que tienen que caminar horas cuando van a dar a luz para encontrar personal capacitado. Muchas de estas muertes podrían evitarse si simplemente hubiese alguien cerca que se asegurarse de que el parto transcurre de forma segura y que sepa cómo actuar ante una emergencia”, explica David del Campo, Responsable de Cooperación al Desarrollo y Ayuda Humanitaria de Save the Children

“Por eso -añade del Campo- estamos pidiendo a los líderes mundiales que se comprometan con un plan de acción centrado en formar y equipar a suficiente personal cualificado para que ningún bebé nazca sin la ayuda que necesita. También es necesario que se elimine cualquier coste relacionado con el embarazo y el parto”.

Portada informe Save The ChildrenGracias a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, el mundo ha logrado importantes avances en la reducción de la mortalidad infantil en la última década, que ha disminuido de 12 a 6,6 millones de muertes al año. Para Save The Children estos avances se han debido a “planes de vacunación, tratamientos para la neumonía, la diarrea, la malaria, planificación familiar y programas de nutrición”.

Pero, como explica David del Campo, “este progreso podría estancarse si no se ponen en marcha medidas urgentes para acabar con el número de muertes infantiles que se producen cada año. Nuestro informe alerta de que las muertes de recién nacidos son ya casi la mitad de todas las muertes de niños y niñas menores de cinco años”.

Plan de acción específico

“Todos conocemos las soluciones, pero hace falta un mayor compromiso político para dar a los bebés la oportunidad de llegar al segundo día de vida. Sin un plan de acción específico, se frenará el progreso alcanzado”, añade del Campo.

Es por ello que, desde Save The Children,  piden “a los líderes mundiales, a los donantes y al sector privado que se comprometan a acabar con las muertes neonatales prevenibles”. Para ello solicitan que, para 2025, se garantice que cada nacimiento sea atendido por personal sanitario cualificado y equipado, que realice intervenciones de atención básica; que aumente el gasto sanitario; que se eliminen las tarifas para acceder a cualquier servicio de salud materna, neonatal e infantil, incluida la atención obstétrica de emergencia; y, que el sector privado, incluidas las empresas farmacéuticas, ayude a cubrir las necesidades de los latentes que se encuentran en mayor situación de pobreza.

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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