La era de las Conferencias Profesionales

Aunque algunos lo tilden de cosmético, el Ministerio de Sanidad está haciendo un esfuerzo loable para relanzar una política de recursos humanos absolutamente languidecida por las transferencias. Después de años de una dejadez inexplicable que han llevado a las comunidades a hacer y deshacer a su antojo, extremando el ejercicio de sus competencias, el departamento que hoy dirige Dolors Monserrat parece querer tomar el toro por los cuernos y liderar la coordinación de las acciones autonómicas que tanto se ha echado en falta en el pasado.

Este inusitado protagonismo se produce no sólo por la necesidad de poner a punto la histórica oferta de empleo público que aprobó el Ministerio de Hacienda, sino también por la convicción de unificar criterios dispares en materias fundamentales para los médicos y las enfermeras como son la carrera profesional, los complementos y las retribuciones, o la simple planificación de las plantillas de los hospitales y centros de salud. Recordemos que, a día de hoy, y pese a las mediáticas promesas que hizo en su día Elena Salgado cuando comandaba el Ministerio de Sanidad, España sigue sin saber cuántos profesionales y especialistas trabajan en el Sistema Nacional de Salud (SNS), por carecer de un registro, lo que impide cualquier planificación seria de cara al futuro.

Tampoco atina nadie a explicar con claridad los motivos que justifican que unos trabajadores cobren más que otros en comunidades limítrofes, registrándose en algunos casos diferencias abismales. Este caos, y el deseo de apaciguar los ánimos de colectivos que últimamente han protagonizado encontronazos con la Administración Central -en unos casos meramente profesionales y en otros claramente políticos- han llevado al Ministerio a promover conferencias sectoriales vinculadas al Consejo Interterritorial, empezando por la enfermería y siguiendo por la medicina. La idea de crear foros en materia de recursos humanos no es nueva. Por ejemplo, Fernando Puig de la Bellacasa, lugarteniente de Salgado, intentó algo parecido aunque de una forma mucho más modesta, con representantes sindicales.

Aquello acabó en fracaso, el mismo que se le dibuja ahora en el horizonte a Monserrat por culpa de la tensión política, la lucha partidista, los recelos de los propios protagonistas de los encuentros, y la ineficacia inherente al sistema, víctima de una legislación que ata de manos al coordinador mientras se las deja libres al que debe ser coordinado. De momento, los hechos tuercen las buenas intenciones de Sanidad en forma de desplantes autonómicos. Tampoco parece ayudar la configuración de los propios foros en sí y su eficacia a la hora de aplicar los acuerdos que llegaran a adoptarse, así como el rango de los invitados. ¿Qué naturaleza jurídica tienen estas conferencias? ¿Y la de invitados a los mismos, como el llamado Foro de la Profesión Médica? De momento, son más un desiderátum que un instrumento apto para mejorar la política de personal en el SNS.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Qué conocido representante profesional es un enamorado de Iguazú? ¿Qué llegó a hacer para permanecer allí tres días?

¿En qué corporación profesional la mayor parte de los trabajadores está en pie de guerra por temor a despidos masivos?

¿Qué alto directivo del sector es amigo personal del ex consejero Comín y despotrica en foros reducidos de la aplicación del artículo 155 en Cataluña?

¿Qué laboratorio farmacéutico tenía entre ceja y ceja a Carlos Lens? ¿Qué fármaco dio pie a una guerra que ha durado hasta hoy?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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