El momento de la verdad para los aspirantes a EIR

El 1 de febrero está marcado en el calendario de 17.382 enfermeros de toda España. Son los que intentarán conseguir una de las 961 plazas de Enfermero Interno Residente en la prueba convocada por el Ministerio de Sanidad. De ellas, 395 son para enfermería obstétrico-ginecológica (matrona); 244 para familiar y comunitaria; 182 para salud mental; 106 para pediátrica; 21 para enfermería del trabajo; y 12 para enfermería geriátrica.

Por segundo año consecutivo, la oferta formativa especializada disminuye. Si analizamos las grandes cifras de la convocatoria comprobamos que las comunidades autónomas tienen acreditadas 1.494 plazas de formación especializada en enfermería, pero solo pretenden cubrir 961, dos menos que el año pasado. Eso supone que más del 35% de las plazas quedan sin convocar. De hecho, solo La Rioja, Navarra y Melilla convocan todas sus plazas. Madrid se queda a una de hacer pleno.

Aspirantes optimistas

La prueba de los enfermeros está programada para las cuatro de la tarde, en paralelo a la que convoca a médicos, farmacéuticos, psicólogos, biólogos, radiofísicos y químicos que buscan un periodo de residencia. En total, 35.959 aspirantes de los que casi la mitad son enfermeras.

Una de ellas es Mª de las Mercedes Jiménez, de 27 años, que se presenta a la prueba en Sevilla y que 24 horas antes del examen nos explica sus sensaciones: “No sé expresar con palabras cómo me siento. Estoy nerviosa porque ha sido un camino muy duro en el que he tenido que renunciar a cosas en mi vida que también son importantes para mí. Pero hay que priorizar”.

Ella prefiere no obsesionarse con el número de plazas: “No pienso demasiado en la cifra de personas inscritas en la convocatoria. Lo importante es: ¿cuánta gente, realmente, ha dedicado las horas necesarias a estudiar la prueba? Si lo piensas así, estudias con más ganas y entusiasmo. Lo último que se pierde es la esperanza, por supuesto. Aunque sea una prueba muy dura, ¡no es imposible!”, asegura.

¿Cómo se prepara un examen que engloba un temario tan extenso y que es tan determinante para el futuro de un enfermero? Con constancia y disciplina, explica Mª de las Mercedes: “He sido una persona muy organizada desde pequeña. Mi primer día de estudio fue el 1 de septiembre del año pasado, y mañana será el último antes de la prueba. He descansado sólo la mañana del 25 de diciembre y el 1 de enero. ¡Es difícil de creer, pero es así!”. La planificación ha sido fundamental para ella en estos meses de estudio: “Me hice un cronograma con los meses de septiembre a enero. Puse las asignaturas repartidas en días y les asigné unas horas en función de su extensión, complejidad e importancia en el examen. Los meses de septiembre a mediados de diciembre me dediqué a hacer mis propios resúmenes en libretas, estudiármelos y hacer un test de cada tema. Diciembre y enero los he pasado repasando los apuntes, haciendo simulacros, corrigiendo y anotando todo. En mi teléfono tengo puesto “no disponible” para que nadie me llame. En este tiempo he aparcado también mi trabajo como enfermera de cuidados críticos y de urgencias. Me costó mucho tomar la decisión, pero quería dedicarme 100% a la prueba”.

Caída de los aspirantes y de las plazas ofertadas

El volumen de admitidos a las pruebas supone un descenso en el conjunto de las titulaciones de 4.312 aspirantes, un 11% menos que en la convocatoria 2012-2013. En el caso concreto de los enfermeros, la caída es del 12% (2.375 aspirantes menos), pese a que el número de plazas ofertadas apenas varía con respecto al año anterior.

¿Por qué cae el número de aspirantes? Rafael Lletget, asesor técnico del Consejo General de Enfermería, encuentra tres razones: “En primer lugar, porque la banda de edad de los candidatos al EIR coincide en gran medida con la de aquellos que están emigrando a causa del desempleo en España. En segundo lugar, todo apunta a que existe un desánimo generalizado y una falta de confianza en la posibilidad de encontrar un trabajo de enfermero en España en los próximos años. Por último, creemos que los propios enfermeros empiezan a desconfiar del reconocimiento y puesta en práctica de la especialización porque, casi nueve años después de aprobarse las especialidades enfermeras, aún hoy las comunidades autónomas siguen sin crear la categoría laboral de enfermero especialista”. Un punto este último que está entre los compromisos suscritos en el pacto firmado con la Ministra de Sanidad y el presidente del Gobierno.

Sobre el descenso generalizado en el número de plazas ofertadas dice el Ministerio de Sanidad que se debe a que la convocatoria se hace "de acuerdo con las necesidades de especialistas manifestadas por las comunidades", y asegura que esa oferta "más los residentes que en la actualidad se encuentran en formación, garantiza la reposición de las vacantes por jubilación que se produzcan en los próximos 15 años en todas las titulaciones".

Para el examen se han designado 48 centros en 21 localidades, en los que se constituirán 554 mesas de examen. La ejecución y desarrollo de la prueba contará con 60 delegados de centro, 490 interventores de mesa y 1.030 vocales.

Novedades en la convocatoria

Aunque se mantiene la nota de corte fijada en la pasada edición para todas las titulaciones, ésta aumenta del 30% al 35%. Así, se entenderá que superan la prueba los aspirantes cuya valoración particular del examen sea igual o superior al 35% de la media de los diez mejores exámenes de cada profesión. El resto serán eliminados y no obtendrán número de orden.

En el ejercicio de Enfermería, la intención es ir aproximándolo a otras titulaciones de la convocatoria general. Por ello se ha modificado el número de preguntas del cuestionario, que pasará a ser de 180, más 10 de reserva, frente a las 160 de la pasada convocatoria y las 110 de años anteriores –el examen de Medicina consta de 225, más 10 de reserva-. El tiempo para su cumplimentación aumenta hasta las cuatro horas, frente a las tres y media del año pasado y las dos del anterior.

¿Cuál es la pregunta a la que no tienen miedo los aspirantes, la que les gustaría que les hiciesen el sábado? “Imposible contestar a eso 24 horas antes del examen”, dice Mª de las Mercedes. “¡Ahora es cuando precisamente tengo la sensación de no saberme nada! (ríe). Lo único que deseo es que pongan preguntas con las que se me encienda la bombilla”.

 

Ana Muñoz

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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