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Unidad de Ostomías del Hospital Virgen del Rocío

La unidad de Ostomías del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla ha sido premiada por «su manejo y la calidad» de las curas que practican a los pacientes con fístulas. La revista científica ‘Metas de Enfermería‘ ha otorgado el galardón a los profesionales del servicio en el 3er Concurso de Casos Clínicos.

Los dos enfermeros estomaterapeutas del centro, Antonio Fernández Gálvez y Macarena Espejo Lunar, recibieron el segundo premio por el proyecto de investigación multidisciplinar de la unidad de Cirugía General en el que participan. En él se incluye la mejora del número de curas, entre otros aspectos, en pacientes con fístulas intestinales complejas a los que se les coloca una prótesis personalizada. Los especialistas del hospital sevillano consiguen así un mejor manejo local de pacientes que presentan un orificio en el intestino y herida abdominal compleja. En concreto, el nombre que recibe el proyecto es ‘Manejo de la fístula entero enteroatmosférica. Lecho de la herida y efluente’. Y las características que lo definen son el trabajo en equipo, la alta cualificación y capacitación de los profesionales, y la innovación que conlleva dicho trabajo para la salud.

El aislamiento de los orificios fistulosos consigue a su vez disminuir el número de curas, mejorar el confort del paciente y evitar las complicaciones derivadas del vertido del contenido intestinal en el lecho de la herida. La resolución de casos de este tipo precisa de la ayuda y actuación coordinada de enfermeras de práctica avanzada en ostomías (Estomaterapeutas), endocrinólogos y cirujanos, que son quienes indican, imprimen y colocan las prótesis. Para llevar a cabo todo el proceso, se emplea por parte de la enfermería las últimas terapias disponibles para heridas complejas, así como el propio manejo del efluente de la fístula.

La unidad de Ostomía del Hospital Universitario del Virgen del Rocío ha ofrecido cuidados a más de 7.000 personas desde que se inició en los cuidados de los pacientes que tienen que portar una estoma por un agravamiento urgente o progresivo de un problema de salud. En el caso de las enfermeras estomaterapeutas, tienen un papel fundamental frente a pacientes con este tipo de enfermedad, ya que ellas se encargan de elegir y marcar la localización de la estoma en la fase properatoria, así como en la prevención, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y rehabilitación, realizando una atención personalizada encaminada a detectar las necesidades específicas de estos pacientes, previa valoración de los aspectos físicos, psíquicos y sociales.

De este modo, los profesionales de enfermería que trabajan en la unidad de Ostomía asesoran en todos aquellos aspectos que pueden verse afectados por la ostomía -alimentación, vestirse, medicamentos o relaciones de pareja-. De ahí, que los enfermeros especializados en este tipo de pacientes enseñan a adquirir a estos mismos, nuevas habilidades que le permitan volver a disfrutar cuanto antes de su vida familiar, social y profesional con toda normalidad. Todo ello, en consultas, talleres de educación y una Escuela de Pacientes en la que comparten entre ellos sus dudas, inquietudes y consejos.