Imprimir esta página

Las enfermeras estomaterapeutas garantizan la autonomía y la calidad de vida de las personas ostomizadas

Con motivo del Día Mundial del Paciente Ostomizado, que se celebra este sábado, el Consejo General de Enfermería quiere destacar el papel experto de las enfermeras estomaterapeutas en el cuidado, acompañamiento y educación de las personas ostomizadas. En nuestro país, se estima que más de 70.000 personas viven con una ostomía, un procedimiento quirúrgico que, aunque salva vidas, implica profundos cambios físicos, emocionales y sociales. Cada año 16.000 personas necesita una ostomía, de las que 6.400 serán de por vida. El impacto físico y psicológico de tener que acumular los desechos orgánicos en una bolsa de ostomía puede derivar en problemas de autoestima y aislamiento social y tanto el marcaje del punto donde se ubicará el estoma, como los cuidados y la información al afectado resultan determinantes para la calidad de vida de estas personas.

La figura de la enfermera estomaterapeuta es fundamental, tanto en la fase preoperatoria, como en la fase intrahospitalaria y en el periodo de seguimiento posterior al alta. Contribuye a mejorar la calidad de vida de la persona ostomizada, con una disminución de las complicaciones postoperatorias, la mejora de la adaptación del paciente al estoma, y una menor estancia hospitalaria.

Además, manifiesta Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, “las enfermeras estomaterapeutas son un apoyo imprescindible para garantizar no solo el cuidado clínico, sino también la salud emocional y la integración social de las personas ostomizadas”.

Escasez de enfermeras expertas

“Está sobradamente demostrado que las consultas lideradas por estas profesionales que cuenta con capacitación avanzada reducen significativamente los costes sanitarios asociados a complicaciones, visitas a urgencias e ingresos hospitalarios. En promedio, los pacientes con acceso a esta atención gastan un 70% menos en recursos sanitarios y mejoran significativamente su calidad de vida en comparación con aquellos sin acceso a servicios expertos”, apunta José Luis Cobos, vicepresidente III del CGE y uno de los autores del Libro Blanco de las Ostomías.

Y sin embargo, en muchas comunidades autónomas hay desigualdades en el acceso a consultas de enfermería especializada. Algunas regiones tienen servicios más consolidados, otras carecen de estos recursos. Según el Libro Blanco de las Ostomías, en nuestro país hacen falta 100 profesionales más exclusivamente dedicadas a estos pacientes. Y es que el SNS solo tiene 150 estomaterapeutas a tiempo completo.

“Resulta imprescindible reforzar las plantillas y la formación de estas enfermeras expertas en todo el territorio nacional para que ningún paciente ostomizado se sienta solo o desatendido”, insiste el presidente de las 353.000 enfermeras españolas.

Reconocimiento

De hecho, para avanzar en el reconocimiento de la especificidad de los cuidados en ostomías y de las enfermeras que los prestan, desde el Consejo General de Enfermería se está trabajando intensamente en la creación de un sistema de certificación del profesional estomaterapeuta y en la creación de un Diploma de Acreditación en esta área, propuesta que ya se presentó ante el Ministerio de Sanidad el pasado mes de abril.

“El diploma de acreditación es importante porque mejorará la calidad de la atención, garantizará una formación especializada, proporcionará a las enfermeras el reconocimiento profesional que se viene reclamando desde hace tiempo y tendrá numerosos resultados positivos en la salud de los pacientes: garantizará que los pacientes tienen un profesional formado y acreditado para sus cuidados. Es fundamental seguir avanzando en esta línea porque contar con enfermeras expertas, formadas y con un diploma que lo acredite hará que tengamos un Sistema Nacional de Salud más protegido y mejor cuidado”, concluye Pérez Raya.