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Las especialidades de Enfermería 10 años después

El 6 de mayo de 2005 el Boletín Oficial del Estado publicaba el Real Decreto de Especialidades de Enfermería. Con ello concluía un largo proceso, una reivindicación histórica que la profesión llevaba solicitando más de 20 años. Para lograrlo fue necesaria una movilización sin precedentes de la Organización Colegial de Enfermería para pedir el apoyo de los consejeros de Sanidad. Asimismo, la profesión organizó una concentración en Madrid, que reunió a más de 30.000 enfermeros venidos de toda España. Su grito de “Especialidades ¡YA!” terminó de convencer a la entonces ministra, Elena Salgado, de la necesidad de esta regulación por el bien de los propios ciudadanos.

Retraso tras retraso

Diez años han pasado desde entonces y el proceso de implantación de las especialidades está siendo duro, largo, difícil y muy desigual. Para Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería y de la comisión nacional de la especialidad de Enfermería en Cuidados Médico-Quirúrgicos, “no podemos dejar de tener en cuenta la complejidad que supone el desarrollo de una normativa que va a suponer un cambio trascendental en el modelo de asistencia sanitaria. Las especialidades de enfermería afectan, y deben afectar, a todo el Sistema Nacional de Salud, es decir, a la atención primaria, hospitalaria y sociosanitaria, y tanto a la sanidad pública como a la privada. Y eso genera rechazo y presiones”.

“Un contexto de crisis económica generalizada, y unos recortes sanitarios que han afectado especialmente a la enfermería, con despidos masivos, tampoco ayudan”, añade González Jurado. Pero, sobre todo, lo que “se echa en falta es voluntad política. Los gestores sanitarios, desde los gerentes hasta las máximas autoridades sanitarias, ven en las especialidades un doble problema: incremento de los costes de personal y la imposibilidad de ubicar a las enfermeras generalistas en puestos de especialistas”.

Diez años después, la única especialidad realmente implantada sigue siendo la de matrona, con formación EIR y vinculación al puesto de trabajo, pues ya lo estaba antes del decreto del 2005. Del resto, Cuidados Médico-Quirúrgicos ni siquiera tiene aprobado su programa formativo. Familiar y Comunitaria y Enfermería Pediátrica tienen pendiente la realización de la prueba de evaluación de la competencia para la obtención del título por la vía excepcional. Como todo en este proceso, el desarrollo es muy desigual y acumula retraso tras retraso, pues depende en su mayoría de las comunidades autónomas.

enfermero_especialistaAsí, por ejemplo, en Salud Mental las autonomías que han regulado la categoría profesional son Aragón, Baleares, Cantabria, Galicia, Murcia y Comunidad Valenciana, pero sólo se ha vinculado al puesto de trabajo en Castilla y León, Extremadura, País Vasco y Murcia. En el resto de especialidades, tan sólo Murcia ha reconocido a la Enfermería Pediátrica dentro de las categorías profesionales. Las demás comunidades ni siquiera han creado las categorías.

De hecho, desde el Consejo General de Enfermería se ha solicitado, en reiteradas ocasiones, que “se promueva la creación en los servicios de salud de una categoría genérica de enfermero especialista como ya han hecho Castilla y León, País Vasco, Murcia y Navarra, con la posterior catalogación de puestos de trabajo en función de la especialidad concreta que se requiera para ocupar cada puesto”.

Desigualdad EIR

Esa falta de compromiso de las comunidades autónomas también se pone de manifiesto en las propias plazas de formación que ofertan por la vía EIR. En la última convocatoria, las comunidades autónomas tenían acreditadas 1.495 plazas, pero sólo ofertaron 959 plazas. Eso supone que más del 35% de los puestos se quedaron sin convocar. Enfermería Obstétrico-Ginecológica sigue siendo la única especialidad que se puede cursar en toda España. Por otro lado, Castilla y León es la única autonomía que, en la última convocatoria, ofertó formación para todas las especialidades.

Plazas que se acreditan sin un verdadero conocimiento de las necesidades de formación de especialistas, pues como viene señalando la Mesa Estatal de la Profesión Enfermera –integrada por el Consejo General de Enfermería y el sindicato Satse– “para poder programar de manera adecuada a la realidad de los servicios de salud es vital la realización de un estudio específico de necesidades de enfermeros especialistas en el Sistema Nacional de Salud”.

Como tampoco se cansan de reiterar, el desarrollo de las especialidades de enfermería y el desbloqueo de su situación son puntos vitales del Pacto firmado con el Ministerio en julio de 2013. “Una exigencia que constituye un desarrollo fundamental para garantizar la calidad de la atención sanitaria y la seguridad de los pacientes”, aseguran desde la Mesa.

AMPLÍA LA INFORMACIÓN:"LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS SOBRE LAS ESPECIALIDADES"

 

Gema Romero