El lehendakari, Iñigo Urkullu, acompañado del consejero de Salud, Jon Darpón, el director General de Osakidetza, Jon Etxeberria, los miembros del equipo directivo de la OSI Donostialdea y otras autoridades sanitarias, han visitado este área cuyas obras se iniciaron a finales del pasado mes de abril y han finalizado el pasado día 13 de junio. El presupuesto asciende a 321.742 euros, de los cuales 151.183 han correspondido a obras de adecuación del espacio y el resto a infraestructuras.
“Podemos estar satisfechos y sobre todo, sentirnos seguros porque contamos con una infraestructura adecuada para los pacientes y para los profesionales de Osakidetza”, ha afirmado Urkullu.
La seguridad para los profesionales ha sido el aspecto que en mayor consideración se ha tenido a la hora de habilitar esta nueva área. Cada una de las zonas está aislada del resto y dotada de presiones negativas, climatización.
Además, la persona que entra en la habitación siempre pasará para salir a través de una ducha de descontaminación por hipoclorito sódico y cualquier equipamiento que desde este área pudiera ser trasladado al resto del edificio antes pasará también por un proceso de descontaminación con peróxido de hidrógeno.
El lehendakari ha subrayado también que desde 2014 han participado 8.809 profesionales en acciones de formación. De ellos, 7.215 en el año 2014 y 1.594 hasta mediados del pasado mes de julio se han formado en 517 cursos donde se analizan los aspectos epidemiológicos, organizativos y preventivos relacionados con esta enfermedad.
“Ébola”
Osakidetza ha recordado que el 8 de agosto de 2014, coincidiendo con la alerta sanitaria emitida por la OMS, se enviaba el procedimiento de actuación ante casos sospechosos a todos los centros sanitarios de la red pública y privada, colegios profesionales, OSALAN y Departamento de Seguridad, y se colgaba esta información en la WEB del servicio vasco de Salud.
Veinte días después se publicaba la forma de actuación ante casos de sospecha de infección por virus Ébola en los servicios asistenciales de Osakidetza, los aspectos organizativos y de prevención de riesgos laborales. Además, se consideró que la formación dirigida a los profesionales era un “elemento fundamental”.
La formación se dividió en dos tipos: la que afectaba a aquellos profesionales que pudieran tener una mayor relación de cercanía e intensidad con los casos sospechosos de Ébola (se incluían los servicios designados de referencia Hospital Universitario Basurto y Hospital Universitario Donostia y Emergencias de Osakidetza) y, en de estos, las unidades de infecciosas, urgencias, laboratorios, pediatría, limpieza y celadores. La formación de estos profesionales se inició en el mes de agosto.
El resto de los profesionales recibieron información y formación en función de la necesidad detectada. Se iniciaba en la segunda quincena de octubre con los elementos clave de las organizaciones y con la indicación de que estos continuasen su formación en los centros. Entre los temas de formación se incluían los de ámbito epidemiológico, organizativo y preventivo.
La estrategia de actuación planificada por Osakidetza y el Departamento de Salud del Gobierno vasco determinó que, además, un grupo de 16 profesionales (procedentes de áreas de salud laboral, prevención, infecciosas, urgencias o salud laboral) asistieran al Curso de Formación Sanitaria para la Enfermedad por Virus Ébola, de tres días de duración, que se impartió en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid.
Según ha remarcado Urkullu “a fecha de hoy, podemos decir que todos los centros de Osakidetza han realizado acciones de información y formación sobre el Ébola”. “Se continúa con nuevas actualizaciones formativas en los colectivos implicados y todos los centros están realizando las adaptaciones de los protocolos generales acomodándolos a las circunstancias locales”, ha añadido.
Área de alta seguridad
La Unidad de Aislamiento de Alto Rendimiento del Hospital Donostia está ubicada en la planta 0 del edificio central en la Unidad de Enfermedades Infecciosas y consta de una habitación de paciente, esclusa de entrada a la habitación, zona de descontaminación, esclusa de zona de descontaminación, pasillo de acceso a ducha de descontaminación, y segundo cambio.
Cada una de las zonas está aislada respecto al resto, contando además con un sistema de climatización que garantiza por medio de presiones negativas que el flujo de aire siempre sea desde las zonas más limpias o descontaminadas a las zonas más contaminadas.
Las puertas automáticas tienen dos modos de funcionamiento. De este modo, pueden estar enclavadas entre ellas para garantizar que no se pueda abrir simultáneamente puertas que generen traspaso de aire entre zonas que deben permanecer aisladas, mientras que en modo liberado estas pueden abrirse sin ninguna limitación.
El sistema de intercomunicación permite comunicar entre todas las zonas, mediante auricular o por sistema manos libres. La habitación del paciente cuenta con un PC que es supervisado desde control de enfermería. Además, mensualmente se revisa el sistema de climatización.
EUROPRESS/REDACCIÓN.-