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Martes, 05 Julio 2016 12:32

Alianza entre ONGs españolas y ecuatorianas para ayudar tras el terremoto a la provincia de Manabí

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Desde que el pasado 16 de abril tuvo lugar el terremoto que devastó Ecuador, la Asociación Manabí y Fundación Santa Marta, socio local con el que trabaja Enfermeras Para el Mundo desde hace casi 20 años en Ecuador, desarrollan una intensa campaña de recogida de fondos y búsqueda de ayuda para implantar un plan de acción post terremoto en la provincia de Manabí (Ecuador), completamente arrasada por el seísmo.

 

Tras la respuesta humanitaria de emergencia, la población de la zona sigue padeciendo las secuelas de esta catástrofe natural. La mayor parte de las viviendas, edificios de servicio y demás infraestructuras se encuentran reducidas a escombros. Casi 5.000 viviendas han quedado inhabitables y otras tantas tienen el uso restringido. Más de 29.000 personas han sido desplazadas a albergues temporales o lugares que han sido construidos por la misma población con materiales que se han podido recuperar de la zona (plásticos, palos de madera, etc.). También se han producido daños importantes en el suministro de agua, el alcantarillado (lo que ha aumentado el riesgo de problemas de salud pública), el tendido eléctrico, las carreteras, las telecomunicaciones y los aeropuertos.

El diseño de un plan a medio y largo plazo para recuperar la zona y evitar la diseminación de las infecciones parte de la sólida alianza entre las entidades locales que surgieron para promover el plan de desarrollo integral de las comunidades de Manabí hace dos décadas, y otras entidades, como Enfermeras Para el Mundo que colabora en dicho plan desde el año 1998. La última organización en sumarse a este plan hacia las familias damnificadas ha sido Mensajeros de la Paz. “Las labores de recuperación siempre son lentas, por eso no podemos dejar de dar a Ecuador nuestro firme apoyo. Nuestro objetivo es que los más pobres puedan llegar a vivir sin el estigma del terremoto” informa Elena Alonso, directora de Proyectos Sociales de la Fundación Mensajeros de La Paz.

Por su parte, Luis Padilla, representante y portavoz de la Asociación Manabí y Fundación Santa Marta en España, explica que “dos meses después de los desastres y, a pesar de los esfuerzos realizados tanto por las autoridades ecuatorianas como por diferentes organizaciones locales y organismos internacionales de ayuda humanitaria, la situación sigue siendo crítica, sobre todo en las zonas más aisladas, pobres y de difícil acceso”.

El terremoto, de 7.8 grados en la Escala de Richter, afectó gravemente a la provincia de Manabí. Esta provincia había sufrido pocos días antes el impacto de las inundaciones consecuencia del fenómeno El Niño, que produjeron daños muy importantes en las infraestructuras y pusieron en riesgo la salud pública especialmente en el Cantón de Portoviejo. Ante la magnitud de este desastre, el Gobierno de Ecuador declaró el Estado de Excepción Nacional y la situación de Emergencia en seis provincias, entre las que se encuentra Manabí, la más afectada por el seísmo. La respuesta humanitaria ha sido esencial para afrontar esta situación de emergencia, “pero en esta nueva fase de reconstrucción este esfuerzo en colaboración de entidades ecuatorianas y españolas resultará clave para potenciar y fortalecer las capacidades económicas y sociales de la población afectada, de cara a la recuperación y a la capacidad de afrontar nuevos riesgos. Enfermeras Para el Mundo ha comenzado a enviar en julio enfermeras voluntarias para apoyar este Plan de Acción”, explica Encarna Pinto, directora de Enfermeras Para el Mundo. Redacción