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La enfermería europea debate en Madrid sobre las posibles consecuencias para la profesión del nuevo proyecto de directiva de la UE

El Consejo General de Enfermería ha presidido la reunión de la Red Europea de Reguladores de Enfermería, que se ha celebrado en Madrid para debatir y acordar medidas sobre las posibles consecuencias para la profesión del nuevo proyecto de directiva que prepara la UE.

Para la UE, una regulación excesiva de las profesiones, incluyendo las sanitarias, puede tener “efectos negativos y a varios niveles en la economía”, con un impacto sustancial en la competitividad de la UE, la libre circulación de profesionales y un incremento de las cargas administrativas para que los Estados puedan abordarlo por sí mismos, de manera que cree necesario abordar esta regulación a escala europea. Por ello está trabajando en una nueva directiva sobre la proporcionalidad que se aplicará a la nueva regulación de las profesiones reguladas y que deberán utilizar los Estados miembros a la hora de implementar nuevas normas nacionales.

Para David Hubert, secretario de la Red Europea de Reguladores de Enfermería, “la idea que subyace detrás que esta Directiva es que la Comisión Europea quiere facilitar la movilidad de los profesionales, liberalizar ciertas profesiones, no necesariamente las sanitarias, pero estamos todos incluidos en el mismo paquete. Esa es la razón por la que es un problema para nosotros en este momento, pues las enfermeras están incluidas en la misma bolsa que otras profesiones, como abogados o registradores de la propiedad y nosotros somos una profesión diferente porque trabajamos directamente con pacientes. Por eso creemos que tenemos que tener un tratamiento diferente”.

Por este motivo, la Red europea se ha reunido en Madrid para fijar su posición común. Conscientes de que eliminar a las profesiones sanitarias de la aplicación de la directiva –como sería su deseo– es misión casi imposible, han optado por un enfoque más constructivo. Así, en las próximas semanas remitirán a la Comisión Europea un documento con alegaciones y enmiendas para que se tengan en cuenta en la redacción de la propuesta de Directiva.

La seguridad del paciente por encima de todo

Como ya ha manifestado la Red en diversas ocasiones, su función primordial es “proteger la salud pública y velar por la seguridad mediante la regulación de la profesión enfermera”. Por ello, “en cualquier regulación que se haga de la profesión se debe dar prioridad a la salud pública por encima de intereses económicos y de libre mercado”.

Como explicaba Francisco Corpas, director de la asesoría jurídica del Consejo General de Enfermería, el test de proporcionalidad que recoge la propuesta de la Directiva establece una “tabla de criterios que está pensada para otros ámbitos más económicos, por lo que no es aplicable tal y como está formulada a los profesionales sanitarios, porque son diferentes”.

Para empezar, los miembros de la Red congregados en la capital de España sugieren que la futura Directiva diferencie a las profesiones sanitarias asistenciales, que son las que tienen contacto directo con el paciente. Para ellos se deben incluir en los test “elementos de garantía de los derechos de los ciudadanos en los que prime la seguridad de los pacientes, para que ningún país pueda llevar a cabo ninguna norma que vulnere los derechos y la seguridad de los ciudadanos”.

Por ello proponen en sus enmiendas que los criterios “deben ser valorados y ponderados como medidas que contribuyen a la defensa de los derechos de los ciudadanos europeos a la salud y a su seguridad clínica”.

Así, entre estas medidas que podrán promover los Estados miembros para proteger a los ciudadanos destinatarios de los actos profesionales, la Red Europea de Reguladores de Enfermería, cita específicamente “las obligaciones de registro, los códigos profesionales de conducta, el desarrollo profesional continuo de los profesionales y la cobertura de la responsabilidad civil, que deben ser de obligado cumplimiento y no considerados de manera acumulativa tal y como pretende la Directiva.” Y es que, como explicaba David Hubert, secretario de la Red, entre la liberalización de servicios y la protección de los ciudadanos, lo que debe prevalecer es el derecho de los ciudadanos europeos a “acceder con las mínimas garantías de seguridad a la asistencia sanitaria”.

La reunión ha contado también con representantes de los órganos reguladores de la enfermería en Rumanía, Países Bajos, Portugal, Chipre, Francia y Reino Unido.