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Enfermeras de Neonatología del Hospital Severo Ochoa

Un grupo de enfermeras del Hospital Severo Ochoa (Madrid) ha logrado el premio a la mejor comunicación en el VI Congreso de la Sociedad Española de Enfermería Neonatal con un estudio en el que se busca conocer las experiencias y vivencias de los padres de niños pre-término que han estado ingresados en la Unidad de Neonatología del centro. 

En este estudio, de carácter cualitativo, se analizaron los comportamientos, las reacciones y las reflexiones de 42 padres que acababan de tener un bebé prematuro. En total se llevaron a cabo 17 reuniones, donde solían intervenir una media de ocho padres. Todos manifestaron tener miedo e inseguridad el primer día que entraron en una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN). 

Destaca, por ejemplo, el hecho de que las madres que han dado a luz a un bebé prematuro suelen tener sentimientos de culpabilidad por esta circunstancia. “Yo me echaba la culpa de que mi hija naciera” o “me decía a mí misma que algo no había hecho bien”, son sólo algunas de las opiniones que estas madres manifestaron durante el transcurso del estudio. La mayoría no percibe al recién nacido prematuro como suyo y se sienten inseguras. En definitiva, los padres presentan sentimientos de miedo durante todo el tiempo que dura el ingreso. Creen que no van a poder cuidar de su bebé. 

Comunicar tranquilidad

Las conclusiones de este estudio establecen como principio fundamental que la comunicación y la información después del nacimiento han de ser continuas y permanentes. Añade, además, que es muy importante realizar un trabajo intensivo, multidisciplinar y focalizado en conceptos asociados con el malestar psicológico que sienten los progenitores. “Hablaban conmigo y me animaban a tocar a mi hijo” o “me voy tranquila a casa. Sé que el bebé está en buenas manos. Le cuidan en todo momento”, reconocieron dos madres que han tenido a su hijo prematuro ingresado en la Unidad de Neonatología del hospital.

Además, otras conclusiones recogen la necesidad de que los padres colaboren en todo momento en los cuidados de su bebé o, por ejemplo, que el padre haga una fotografía al recién nacido dentro la incubadora para mostrársela a la madre mientras ésta se recupera del parto en la unidad de reanimación.

Otro objetivo fundamental de este estudio es que el personal de enfermería se forme en habilidades de comunicación para saber cómo hablar con los padres en cada situación y también en procedimientos homogéneos de actuación para que tanto enfermeros como padres cuiden de la misma forma al bebé prematuro.

Redacción