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Cuenca liderará proyectos de cooperación internacional y potenciará el voluntariado

Con el objetivo de dar a conocer entre los enfermeros de Castilla-La Mancha su compromiso con la cooperación y promover su participación en acciones de voluntariado, el Colegio de Enfermería de Cuenca ha celebrado hoy la Jornada “Compromiso enfermero con la cooperación al desarrollo”. La Universidad Internacional Menéndez Pelayo de la capital conquense ha acogido el evento en el que la ONG Enfermeras Para El Mundo ha presentado sus estrategias y proyectos de cooperación en África y América Latina. Sus técnicos y especialistas en cooperación internacional, junto con enfermeras voluntarias, han compartido y debatido sobre el voluntariado internacional bajo la óptica enfermera ante un auditorio de cerca de un centenar de enfermeras y enfermeros de la provincia de Cuenca. El presidente del Colegio de Enfermería de Cuenca, Gerardo Bollo Garrido, ha explicado que “pretendemos que los profesionales enfermeros de nuestra provincia conozcan cómo pueden participar en el desarrollo de proyectos de cooperación”.

El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha inaugurad que ha destacado la importancia de potenciar la cooperación e involucrarse en este tipo de proyectos: “Desde el Consejo General de Enfermería apostamos por la participación de las enfermeras en proyectos de cooperación al desarrollo y esta Jornada, que hoy celebra el Colegio de Enfermería de Cuenca, es un claro ejemplo de este compromiso. La formación de las enfermeras, expertas en cuidados, hace que nuestra presencia sea especialmente valorada en aquellos países o zonas más desfavorecidas donde la población, a menudo, no tiene acceso no sólo ya a medicamentos básicos sino a unas mínimas condiciones higiénico sanitarias. De hecho, cada año, millones de personas mueren en los países más pobres del mundo a causa de enfermedades infecciosas o sufren problemas de salud por no poder acceder a servicios sanitarios básicos. Además de prestar cuidados, las enfermeras desempeñamos una labor fundamental cuando hablamos de educación para la salud, promoviendo hábitos de vida saludables que contribuyan tanto a la prevención de enfermedades como a la mejora de aquellos que ya están enfermos. Esta labor adquiere una dimensión aún mayor cuando se realiza en poblaciones especialmente desfavorecidas”.

El encuentro ha contado también con la participación de Ramón Lara Sánchez, director general de Acción Social y Cooperación de Castilla-La Mancha, que se ha referido al “compromiso de esta comunidad con las acciones de voluntariado” y ha anunciado que “a principios de 2019 estará lista la nueva estrategia de Cooperación para tener claro hacia dónde se va a dirigir la política en este sentido, una estrategia que nace de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la que Enfermeras para el Mundo seguirá formando parte. La solidaridad de Castilla La Mancha comulga con los valores de la enfermería, nos sentimos muy orgullosos por todo ello. No sólo hablamos de cooperación, sino de educación en valores”.

Enfermeras Para el Mundo: una referencia

Como ha reconocido el presidente del Colegio de Enfermería de Cuenca, “hasta este momento, no éramos conscientes de que nuestra región participaba tan activamente en proyectos de cooperación. Por ello, queremos que, a nivel local, desde nuestro Colegio y con la participación de nuestros compañeros enfermeros, podamos liderar un proyecto de cooperación coordinado conjuntamente con la ONG Enfermeras Para el Mundo, cuya experiencia en este tipo de acciones es una garantía de éxito para que empecemos a movernos en este campo”.

Y es que, como ha puesto de manifiesto la directora de Enfermeras Para el Mundo, Encarna Pinto, esta ONG lleva más de 20 años trabajando en proyectos de cooperación internacional: “En esta Jornada, hemos querido compartir nuestra experiencia y destacar el importante papel que tienen las enfermeras en este ámbito. De un lado, hemos hablado de cómo en muchos países el acceso a la salud de las personas lo determina el hecho de contar con suficientes enfermeras y enfermeros y el que estos tengan una formación adecuada. Asimismo, hemos puesto de manifiesto que un enfoque o ‘mirada’ enfermera puede influir muy positivamente en el desarrollo de aquellas comunidades y poblaciones con menos recursos”.

Por su parte, Amaya Fernández, técnica de proyectos de Enfermeras Para el Mundo, ha manifestado sobre el rol de las mujeres y el enfoque de género que “que existe una discriminación y una desigualdad estructural que perjudica a la mujer. Tenemos que reforzar sus derechos. La pobreza tiene rostro de mujer y más si es mujer indígena, y más si además es madre soltera… No tienen poder sobre sus propias decisiones, ni siquiera sobre su cuerpo, ni negociar la planificación familiar, están expuestas a las Enfermedades de Transmisión Sexual. Son el motor de las familias y están excluidas de las decisiones políticas y la violencia contra las mujeres es una flagrante violación de los Derechos Humanos”.

Gema Monteagudo, coordinadora del Área de Voluntariado de EPM, añade que “el voluntariado te hace sentir bien, pero ese no es el fin. Es un medio para dar respuesta a unas necesidades. El voluntariado internacional no es una actividad espontanea, improvisada, ni es asistencia paternalista. No se pueden poner tiritas sino dar lugar a grandes cambios”.

Por otro lado, Enfermeras Para el Mundo ha aprovechado el encuentro para presentar allí su exposición “2050, el Derecho Humano al Agua, ¿una realidad o una utopía?”, una muestra que consta de 18 paneles informativos en los que a través de fotografías y textos explicativos se muestra cómo la escasez de este recurso condiciona en muchos países, especialmente en el África Subsahariana, la vida de millones de personas. Tras pasar por distintas ciudades españolas, la exposición continúa su gira y puede visitarse ya en Cuenca, hoy en la Universidad Menéndez Pelayo y a partir de mañana y hasta el 23 de noviembre en la sede de su Colegio Oficial de Enfermería.

Reconocimiento

El encuentro ha concluido con la entrega de una distinción como colegiado de honor del Colegio de Enfermería de Cuenca a Máximo González Jurado, a quien se ha impuesto la insignia de oro de este Colegio. Este reconocimiento a quien fuera el presidente del Consejo General de Enfermería hasta 2017, ha explicado Gerardo Bollo Garrido, pretende ser un homenaje a quien “ha sido un referente durante más de treinta años, contribuyendo de manera decisiva a la consolidación de la profesión de enfermería, a la que ha defendido de forma constante en todas las instituciones y foros en los que ha participado y en los que siempre ha promovido el desarrollo de la profesión enfermera y el especial papel de la Organización Colegial en la ordenación y defensa de la misma”.