Imprimir esta página

Los verdaderos efectos del reiki sobre el dolor

La mayoría de pruebas realizadas hasta la fecha no han encontrado ningún efecto determinante del llamado “reiki” en la salud, más allá del efecto placebo. El reiki es una técnica terapéutica de relajación natural que se basa en la premisa de que el cuerpo humano posee un “campo energético” que, al desequilibrarse, puede causar malestar o enfermedades. Se emplea principalmente en la India, China y Japón, y su práctica se basa en un emisor que, a través de la imposición de sus manos, transmite “energía vital” a un receptor con el objetivo de estimular las propias capacidades autocurativas del cuerpo.

Imagen: 123rf Imagen: 123rf

Ganando posiciones

En una primera aproximación, el reiki puede parecer una pseudociencia o incluso una superstición. Sin embargo, desde el año 2010 está reconocida por la Organización Mundial de la Salud como terapia complementaria y se emplea en algunos de los mejores hospitales del mundo con aparentes buenos resultados. Además, varios estudios sobre el dolor postoperatorio sugieren que los pacientes que reciben reiki precisan menos dosis analgésicas y estas pueden ser más espaciadas.

María Elena Pérez, enfermera del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, explica que de forma esporádica se ofrece esta técnica a los pacientes de la Unidad de Patología Digestiva en la que ella trabaja, y la percepción general es que después de la aplicación de reiki se sienten mejor: “En Europa, el reiki forma parte de la cartera de servicios de algunos países. En Suiza la mayoría de las aseguradoras lo incluyen y en EEUU muchos hospitales lo ofrecen dentro de un programa de terapias complementarias. En España el reiki empieza a ser reconocido como complemento a la medicina tradicional”, asegura la enfermera.

Con todas las hipótesis sobre la mesa y tratando de dejar los prejuicios a un lado, María Elena Pérez y sus compañeras de unidad decidieron llevar a cabo un estudio publicado en la revista Metas de Enfermería para poner a prueba la eficacia del reiki en pacientes con dolor por pancreatitis aguda. Los resultados restan importancia a su impacto sobre el dolor pero señalan su utilidad para aliviar otros problemas, como la ansiedad.

Objetivo: menos analgesia

La pancreatitis aguda es un proceso muy doloroso que a menudo aboca al paciente al empleo de grandes cantidades de analgésicos, con los efectos secundarios que esto conlleva. María Elena Pérez explica a Enfermería Facultativa que su objetivo al investigar sobre el reiki era “evaluar otras medidas antiálgicas y poder así disminuir el uso de fármacos y en consecuencia los posibles efectos adversos relacionados con su empleo. Pensamos que los pacientes mejorarían de su dolor necesitando menos dosis de analgesia si recibían este tipo de terapia. Además, el reiki es una energía inofensiva, sin efectos secundarios, es práctica, segura, eficiente y compatible con cualquier otro tipo de terapia.”

Metodología

Para determinar el impacto del reiki en el dolor de los pacientes, las enfermeras tomaron 30 sujetos de estudio, no existiendo diferencias estadísticamente significativas respecto a las variables de edad, sexo, zona de origen y religión, y los separaron en tres grupos de diez miembros cada uno. A los pacientes del grupo uno se les aplicó una sesión completa de reiki de 40 minutos, una vez al día, durante los cuatro primeros días de ingreso. Los encargados de impartir la sesión fueron maestros en la técnica. Los pacientes del grupo dos recibieron una sesión de terapia simulada impartida por profesionales sanitarios sin formación en la terapia de reiki. Igual que en el grupo anterior, las sesiones duraron 40 minutos cada una y se impartieron durante los cuatro primeros días de ingreso. Por último, a los pacientes incluidos en el grupo tres no se les realizó ninguna terapia complementaria. Es importante señalar que en todos los casos en que se empleó reiki se hizo como terapia complementaria al tratamiento médico que recibían los pacientes, nunca como sustitutivo.

Conclusiones

La conclusión extraída gracias al experimento es que no se produjeron diferencias estadísticamente significativas entre los tres grupos en lo que a las mediciones de dolor se refiere: “En nuestro estudio vimos que la terapia de reiki no ofrecía ninguna ventaja en una patología que cursa un dolor tan agudo como la pancreatitis aguda, aunque sí observamos posibilidades de éxito de la terapia en otro tipo de síntomas como pueden ser la ansiedad y el dolor crónico”, asegura Elena Pérez. “Pensamos que sería interesante estudiar su efecto en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, para disminuir su ansiedad y mejorar su calidad de vida. Es una idea que aún tenemos que desarrollar”.

 

David Ruipérez / Ana Muñoz