Imprimir esta página

Amanda García Oliva

La capitán enfermera Amanda García Oliva ha recibido el IX premio “Soldado Idoia Rodríguez, mujer en las Fuerzas Armadas” de manos de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Un galardón que cada año reconoce la labor de personas e instituciones, tanto militares como civiles, que hayan realizado actuaciones relevantes o ejemplares para potenciar el papel de la mujer o para apoyarla igualdad de oportunidades y de género en las Fuerzas Armadas.

Esta enfermera madrileña, de 40 años, ha prestado servicios en la UME y en unidades de los Ejércitos de Tierra y del Aire, y ha intervenido en seis misiones internacionales, entre ellas la operación al límite del pasado mes de agosto en Kabul, para evacuar a familias afganas que huían del régimen talibán.

El 13 de enero se incorporó a su nuevo destino, el Grupo Logístico de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), donde, entre otras actividades, colabora en la vacunación de militares y población civil contra el coronavirus.

Jurado

Para el jurado del premio, la capitán enfermera representa “la unión perfecta entre la sanidad y la milicia” constituyendo además “un referente de valores y virtudes militares”. El jurado valoró “su capacidad de trabajo, espíritu de sacrificio y de servicio, sentido del deber y excelencia profesional”.

Durante el acto de entrega, la subsecretaria de defensa, M.ª Amparo Valcárcel destacaba de ella su trabajo” en destinos operativos de gran exigencia donde ha puesto de manifiesto su vocación de servicio. Con formación en Medicina de Montaña, en Enfermería en Vuelo y en Ambiente Hiperbárico, así como en Enfermería de Combate y en Urgencias, Emergencias y Catástrofes, García Oliva ha prestado sus servicios en distintas unidades del Ejército de Tierra, el Ejército del Aire o la Unidad Militar de Emergencias”, señalaba.

Agradecimiento

Para la enfermera “recibir un reconocimiento en mi carrera militar y que sea tan importante y con tanto significado como el Premio Idoia Rodríguez no es sólo un honor y una responsabilidad, sino también un impulso y motivación para seguir en el camino por el que he ido avanzando en esta gran profesión. Desde mi acceso a las Fuerzas Armadas como militar entendí que me enfrentaba a un doble reto: ser mujer en las Fuerzas Armadas y además, hacer ver la importancia de la enfermería como una especialidad militar más conformada por profesionales y compañeros con gran espíritu de sacrificio y una vocación militar enorme en la que ponemos al servicio de España y los tres ejércitos los conocimientos que adquirimos en la vida civil” ha señalado en su discurso de agradecimiento.