Para González el ser la primera comandante enfermera “es realmente irrelevante y puramente anecdótico”, prefiere quedarse con lo que significa para la enfermería y más concretamente para las mujeres para quienes “supone que ya nos queda menos para tener representación en cada uno de los empleos de cada una de las Escalas de las Fuerzas Armadas”.
En este 2018 se cumplen 30 años del ingreso de la mujer en las Fuerzas Armas. M.ª Victoria fue una de ellas y, sin embargo, ha tardado 30 años en alcanzar el empleo de comandante. Como explicaba a DiarioEnfermero “el resto de los componentes de la Sanidad Militar ascenderán a comandante en el próximo ciclo con 10 años desde su ingreso”.
El agravio comparativo no se queda sólo en este hecho, también tienen un techo de cristal pues los enfermeros sólo pueden alcanzar el rango de Teniente Coronel, mientras que el resto de componentes del Cuerpo Militar de Sanidad puede alcanzar el empleo de General, algo vedado a los enfermeros militares. La razón, como explica González es que la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la Carrera Militar, estableció en su artículo 39 que los enfermeros militares se agrupaban en una escala de oficiales diferente al resto de los componentes del Cuerpo Militar de Sanidad y con un régimen de empleos diferente”. A ello se une “unas plantillas numéricamente muy disminuidas para los empleos de Comandante y Teniente Coronel, lo que hace que los tiempos para el ascenso a estos empleos se prolonguen mucho más que para en el resto de escalas de oficiales”, ha señalado.
Para M.ª Victoria que se retirará como comandante ahora el reto es “no decepcionar a mis compañeros, ser un referente válido para mis compañeras y estar a la altura de mis compañeros de empleo”.