El estudio fue elaborado por las enfermeras Soraya Rodríguez Martínez, María Ozcáriz Zabaleta, Beatriz Labarta Herrera, Carmen Cuevas Iroz, Rebeca Celay Leoz y el médico Iñaki Fernández-Urien Sain, pertenecientes a la Unidad de Endoscopias del Complejo Hospitalario de Navarra.
“Se trataba de un paciente que, tras ser operado de estómago, presentaba una fistula o apertura que comunicaba el esófago y los bronquios, circunstancia por la que parte de la comida que ingería terminaba en la vía aérea, con los consiguientes problemas como la aparición de neumonías recurrentes. En dos ocasiones se trató de cerrar la fístula mediante prótesis metálicas, la técnica habitual, pero no dio resultado”, explican las autoras de la comunicación.
“Tras dos intentos con la prótesis, el paciente estaba cada vez peor y presentaba mayor nivel de ansiedad. Dado que el método convencional no resolvía el caso, pensamos en posibles alternativas y el médico Iñaki Fernández-Urien planteó esta técnica en la que colaboramos todo el equipo”, detallan las enfermeras.
En concreto, optaron por emplear una malla de vicryl, un material reabsorbible, enrollada en forma cilíndrica y reforzada con cianoacrilato, un tipo de adhesivo, que tuvo como consecuencia “el cierre de la fístula en pocas semanas y la remisión absoluta de las complicaciones a largo plazo”, concretan las autoras de la comunicación premiada.
Además de describir la técnica, el estudio incluye el plan de cuidados de Enfermería con sus correspondientes diagnósticos enfermeros y complicaciones potenciales. Las enfermeras premiadas concluyen en el estudio que “un conocimiento adecuado del arsenal terapéutico nos permite emplear técnicas pocos usuales en escenarios clínicos que no responden a las medidas convencionales”.