Rol de la enfermera en gestión sanitaria I

El pasado 17 de junio en la Sede del Consejo General de Enfermería se han celebrado unas jornadas de debate y reflexión sobre el rol de la enfermera en gestión sanitaria. Para ello, se ha contado con grandes líderes y referentes en gestión enfermera, que se encuentran ocupando puestos de primer nivel directivo tanto en hospitales públicos, hospitales privados y áreas de atención primaria. Todos ellos nos trasladaron un análisis de situación certero y planteamientos de acciones de futuro, muy relevantes para tomar acciones de avance y mayor protagonismo de las gestoras enfermeras dentro del Sistema Nacional de Salud.


La necesidad de profesionalización de la gestión sanitaria estuvo presente en todo momento en las intervenciones de los ponentes, sin duda es necesaria, más allá del debate si debe existir especialidad en gestión o no, lo que sí está claro es que para ejercer la gestión enfermera, se necesita formación, habilidades, actitudes y competencias. Se puso de manifiesto el alto nivel formativo que se requiere para trabajar de directivo de primer nivel o como mando intermedio, existiendo cursos monográficos de gestión, expertos y máster en gestión de enfermería y gestión sanitaria. La formación puede ser específica en gestión enfermera o multidisciplinar en gestión sanitaria o dirección de empresas, lo que está claro es que la actividad gestora es una actividad de equipo, y se gestiona de forma coordinada con una visión multidisciplinar, es una disciplina que requiere una formación avanzada y continua por su especificidad y por su relevancia, hubo consenso en que la formación continuada en gestión es una prioridad para todos los profesionales que quieren iniciarse en gestión o que se dediquen a la misma, y por tanto hay que potenciarla.

Relacionado con la profesionalización se puso de manifiesto la importancia de que los procesos de selección en gestión sean valorando el perfil de puesto, la formación y experiencia de los profesionales, ya no podemos seguir con el modelo de nombramientos a dedo, por afinidad política o por interés personales. La Ley 11/2017, de 22 de diciembre, de Buen Gobierno y Profesionalización de la Gestión de los Centros y Organizaciones Sanitarias del Servicio Madrileño de Salud, es un primer paso muy positivo, pero hay que recordar que casi dos años después de su publicación todavía no es efectiva en su aplicación y queda pendiente su desarrollo, que esperemos sea en breve.

Siguiendo con la profesionalización, en las jornadas se plateo que es necesario realizar la evaluación del desempeño y de las competencias desarrolladas en la labor gestora, estos sistemas de evaluación deben ser periódicos y sistematizados, estando todos de acuerdo que, si no se supera la evaluación, es motivo suficiente para ser reemplazado en el puesto directivo o gestor y dar paso a otros profesionales que puedan realizar mejor la actividad gestora. Esto está recogido en nuestra normativa concretamente la Ley 44/2003, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, en su artículo 10 de gestión clínica en las organizaciones sanitarias, en su punto 3 dice textualmente: “El ejercicio de funciones de gestión clínica estará sometido a la evaluación del desempeño y de los resultados. Tal evaluación tendrá carácter periódico y podrá determinar, en su caso, la confirmación o remoción del interesado en dichas funciones, y tendrá efectos en la evaluación del desarrollo profesional alcanzado”. Por tanto, sólo habría que implantar estos sistemas en las organizaciones sanitarias y que todos los profesionales que se dedican a la gestión sean sometidos a esta evaluación periódica, esto garantizaría que los profesionales dedicados a la gestión se les evalúa por su desempeño y logro de resultados y sería otro paso firme en profesionalizar la misma.

Otro tema que surgió durante el debate es el motivo de la limitación que tienen las enfermeras/os para ocupar puestos de gestión más allá de los cargos directivos clásicos como directora de enfermería, subdirector de enfermería, supervisor de área o supervisora de unidad. Tanto por formación, competencias y experiencia en gestión sanitaria global, las enfermeras pueden ocupar cualquier puesto de responsabilidad en políticas de salud y gestión, desde Ministra de Sanidad, Consejeras de Sanidad, Directoras Generales de Cuidados y Servicios Sociales, Directoras Asistenciales, Directoras de Calidad, Gerencias de Cuidados, Gerentes de centros hospitalarias, Gerentes de Atención Primaria o Áreas integradas asistenciales. La realidad es que a día de hoy tenemos una Consejera de Sanidad en las Islas Baleares, una viceconsejera de Sanidad en Andalucía, cuatro dirección generales (Cataluña, Islas Baleares, Extremadura y Comunidad Valenciana), un gerente de cuidados en Madrid y cuatro gerentes hospitalarias y de atención primaria (Madrid, Comunidad Foral de Navarra, Andalucía y las Islas Baleares), claramente insuficiente la representación de las enfermeras/os en gestión sanitaria nacional y un desaprovechamiento del conocimiento de las gestoras enfermeras.

Debemos dar mayor visibilidad de la situación y hacer un llamamiento activo para que las enfermeras se incorporen de forma real y significativa a las políticas de salud ocupando puestos de máxima responsabilidad al mismo nivel que otras disciplinas, y podamos tener el liderazgo que nos merecemos las gestoras enfermeras. En este sentido debemos aprovechar la oportunidad que nos ofrece el Nursing Now, que dentro de sus objetivos recoge: “Más enfermeras en puestos de liderazgo y más oportunidades de desarrollo en todos los niveles” y trabajar todos juntos con las diferentes autoridades políticas para que incorporen en sus cuadros de mando a gestoras enfermeras ocupando puestos de primer nivel político y gestor.

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