Los autores del estudio, capitaneados por Miguel Ángel Díaz, tenían como objetivos del trabajo varios puntos, entre ellos, sugerir una serie de pautas para el uso racional del smartphone dentro del quirófano, evitar las distracciones, recomendar normas de limpieza de los dispositivos y minimizar el disconfort auditivo del paciente y los profesionales. Tras analizar los datos obtenidos, vieron que existe contaminación de los dispositivos móviles, tanto de flora normal como patógena.
Asimismo, comprobaron que los móviles producen distracción aparte de que pueden suponer un factor de estrés acústico si no están silenciados. Por otro lado, también puede verse afectada la privacidad. “La inmediatez que nos proporciona el smartphone a la hora de publicar fotos está a la orden del día y eso se traslada al quirófano. Se suben imágenes de nuestro entorno mientras estamos trabajando sin valorar el impacto que puede tener. Nos llevan avisando de las repercusiones que esto conlleva y todavía parece que no somos conscientes”, afirma Díaz.
En definitiva, apuntan los autores, “el equipo quirúrgico tiene que estar concienciado para hacer un uso racional del smartphone dentro del quirófano”. Para ellos, este premio significa l recompensa al trabajo realizado y resaltan que “con un pequeño esfuerzo, sería más fácil hacer un uso adecuado de nuestros dispositivos, mejorando todavía más el rigor y humanización de nuestros cuidados”.
Ángel M. Gregoris