Desde el año 2015, el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Escocia está implantando una herramienta diseñada para promover conversaciones entre los agentes implicados en la comunidad y evaluar la calidad de sus lugares de vida. “Esta herramienta, a través de una serie de preguntas organizadas en catorce temas, permite identificar las fortalezas y debilidades del entorno, extraer conclusiones y establecer prioridades de las áreas de acción preferente, a fin de mejorar la salud de las personas desde una perspectiva de equidad, intersectorialidad y participación”, explica la enfermera. Asimismo, detalla que “mediante esta herramienta es posible realizar un análisis participativo de la situación de salud del territorio y alinear los intereses de la ciudadanía con las inversiones, políticas y acciones de las administraciones locales”.
Tal y como ella misma resalta, la enfermera familiar y comunitaria debe “participar y favorecer activamente en el avance hacia acciones comunitarias basadas en las necesidades poblacionales”. “Por ello, los resultados de este proyecto pueden ayudar al desarrollo de nuevas competencias y actividades concretas en el ámbito de atención primaria y salud pública, orientadas a un mayor desarrollo profesional que mejore la atención de las enfermeras y el sistema sanitario a la comunidad; esto puede articularse con los nuevos roles profesionales de especialistas y enfermeras de práctica avanzada, explorando posteriormente la viabilidad de su aplicación en un proceso de transferencia de conocimiento”, asevera.
Para ella, este premio significa “el reconocimiento del liderazgo enfermero en proyectos interdisciplinares y la visibilización de la enfermera especialista familiar y comunitaria en el ámbito de la salud comunitaria y de la acción local en salud”.