Liderazgo enfermero ¡¡AHORA!! también en nutrición

Parece que con la llegada de 2020 todas las enfermeras vamos a tener que ser líderes, aunque no sé muy bien cómo se llevará esto a cabo… (¿por Real Decreto, por Ley Orgánica, por Regulación Académica, o por Ciencia Infusa…? Permítaseme este chascarrillo).

Digo que se me permita este chascarrillo, porque estando siempre a favor del liderazgo enfermero -asunto en el que hace cuarenta años que estoy activamente involucrada- sí que tengo muy claro que es diferente liderar proyectos científicos y acciones de cuidados que ser líder en enfermería o ser una enfermera líder.

Creo firmemente que es obligación de cada enfermera en su ejercicio profesional diario, planificar y liderar proyectos científicos y acciones de cuidados. Pero eso dista mucho de ser una enfermera líder, como también dista mucho ser una enfermera líder, de ser una enfermera jefe o una jefa/directora de enfermeras.

El liderazgo es otra cosa. El líder se puede hacer, pero, sobre todo, el líder nace… de ahí la expresión que tanto se usa en coaching sobre que “no es líder quien quiere, sino quien puede”, porque las competencias del líder se adquieren e incluso se pueden definir y pactar; pero con las cualidades para ser líder, se nace y con el tiempo ese mismo líder se moldea y se las va adaptando.

Generosidad, sabiduría, conocimiento

La generosidad es inherente al líder, porque el líder nunca busca su propio beneficio ni su propio ascenso profesional. El líder no se aprovecha de las personas y los proyectos para ascender y triunfar. El líder busca personas con unas características adecuadas, las forma, las encauza y luego –JUNTOS- las hace triunfar, triunfan juntos.

Por eso, creo que el movimiento Nursing Now en el que estoy inmersa –como colegiada individual y como Asociación Científica- no debe crearnos falsas expectativas respecto a nuestro devenir profesional diario, porque no será fácil ni será rápido.

Lo que sí debemos exigir es que sea claro y que sea transparente.

Es bueno fijarse en el desarrollo de la formación de Grado por la que algunos tanto luchamos en la calle y en los despachos. Esta adaptación, exigió (y exige) de toda la comunidad educativa, un cambio de mentalidad en torno a tres líneas concretas:
-El diseño educativo, centrado en competencias genéricas y específicas.
-El cambio de la universidad del enseñar a la universidad del aprender.
-La utilización del crédito europeo como unidad de medida del aprendizaje.
Aunque a mí me gustaría añadir, que ambos cambios y adaptaciones, deben llevar aparejados la sabiduría y el conocimiento.

¿Qué ha sido de la Sabiduría que se me ha convertido en Conocimiento?

Incluso desde la aparición de internet, parte de ese conocimiento se ha ido perdiendo y se ha permitido que se convierta en simple información…

¿Qué ha sido del Conocimiento que se me ha convertido en Noticia?

Las enfermeras, cuando hacemos educación para la salud, sabemos que la información y la formación van de la mano, pero no son lo mismo, ni siquiera son parecidas. Las enfermeras de nutrición hemos comprobado que sólo con información nutricional no se consigue cambio de hábitos ni adherencia al tratamiento… Sin embargo, con formación y adiestramiento nutricional, es posible conseguir que el paciente se adhiera al tratamiento.

Emilio Lamo de Espinosa (catedrático emérito de Sociología, UCM) en un artículo periodístico de 2004, hacía un recorrido sobre la información, la sabiduría y el conocimiento, que en un resumen muy sintetizado, nos puede situar en los puntos que buscamos. (Pongo en cursiva, algunos párrafos adaptados, del artículo).

La información nos proporciona datos y hoy la encontramos archivada y distribuida en la red de la web mundial, donde basta acceder a un buen buscador, para obtener toda la información del mundo…noticias…

El conocimiento es otra cosa, es la ciencia, un saber que, a partir de muchos datos y combinando inducción y deducción, dice no lo que es, sino lo que se puede hacer. El conocimiento necesita información por eso lo importante es discriminar la información relevante de la que no lo es, es separar información y ruido. Y eso no es tarea de la información, sino del conocimiento científico.

La ciencia es otro depósito de conocimiento, esta vez de teorías o modelos que nos dice cómo hacer algunas cosas incluso qué puedo hacer, pero de ningún modo qué debo hacer pues en el discurso científico, la ciencia se ha construido eliminando los valores.

De esos valores se ha venido encargando la sabiduría, una forma de saber superior a la ciencia y, por supuesto, a la información (y la noticia). Trata de enseñar a vivir y muestra lo mucho que puedo hacer y lo que merece ser hecho de modo que, sin sabiduría, la ciencia no pasa de ser un archivo o panoplia de instrumentos que no sabríamos cómo utilizar.

Información, conocimiento y sabiduría responden así a tres preguntas muy distintas: ¿qué hay?, ¿qué puedo hacer?, ¿qué debo hacer?

A todo lo anterior, cuando aplicamos las técnicas de coaching, añadimos ¿para qué hacerlo? Esa es la pregunta poderosa de un líder cuando comienza a formar y a acompañar a colegas y a usuarios.

Si por otro lado, la Sabiduría es la correcta aplicación de ese Conocimiento, saber algo, no determina que sepas cómo usarlo en una determinada situación. Y es esto lo que sucede con la alimentación/nutrición como parte de la disciplina enfermera que, a su vez, es una ciencia transversal imprescindible para cuidar (cubrir, suplir, abordar) una de las necesidades de los individuos sanos, pero también de los que padecen patologías de cualquier tipo.

La alimentación/nutrición es una necesidad básica en todas las etapas de desarrollo del ciclo vital del individuo que requiere unos cuidados enfermeros, siempre basados en la evidencia científica. De ahí que, las enfermeras prestan cuidados nutricionales desde el principio de su quehacer profesional. Ocuparse de la correcta nutrición de la población sana o enferma es una de las características que las identifican, a veces tanto, que dan lugar a que los centros de cuidados infantiles se llamen “nurseries”; así como que el término anglosajón “nurse” con el que se designa a la enfermera, deriva de dos palabras latinas “nutrire” alimentar y “nutrix” mujer que alimenta (lactancia).

Con estas premisas que acompañan a la enfermera desde el principio de sus días ¿alguien pone en duda todavía, que la enfermera experta en el ámbito de los cuidados nutricionales, sea quien debe liderar la formación nutricional de las enfermeras?

Si además, esa formación en nutrición se realiza entre enfermeras ya formadas en liderazgo, tendremos un nivel recorrido.

Gestión del liderazgo

Retomando el principio de este post, confirmamos que para ser líder hay que saber gestionar la información, la sabiduría y el conocimiento como base principal de la educación para la salud, donde está enclavada la educación nutricional.

De las nueve inteligencias que describe Howard Gardner para cada individuo, adaptar la información al tipo de inteligencia de la persona que formamos, es nuestra obligación, porque hay que saber enseñar dirigidos a la inteligencia que el receptor tiene como dominante. En este sentido, J.A. Marina dice que hay que educar inteligencias activas, de personalidades activas que “no tienen miedo a la vida, les gusta resolver cosas, son más valientes…… La inteligencia no es conocer más, es estar en las mejores condiciones para vivir bien”. Entre ese tipo de profesionales, es donde se hallan las que serán las próximas líderes enfermeras, que además habrán recibido formación ad hoc en liderazgo.

El liderazgo enfermero lo manifestamos en cada una de las funciones enfermeras desarrolladas en el ámbito de los cuidados, pero en este año 2020, el año del Reto Nightingale, las enfermeras que conformamos ADENYD, queremos volcarnos con el proyecto Nursing Now, queremos formarnos y formar, por tanto, en el liderazgo de los cuidados nutricionales dirigidos al resto de enfermeras asistenciales. Y queremos seguir volcándonos en la formación a pacientes y usuarios para que adquieran los conocimientos necesarios para promover hábitos relacionados con una vida sana que conlleva una alimentación variada, saludable y sostenible.

Esta formación a colegas y usuarios es lo que hará que aumenten sus capacidades junto con la información, el conocimiento y la sabiduría…..junto con la ciencia, entonces.

Vamos a profundizar por tanto en todo lo referente al marco teórico en el que debe afianzarse el desarrollo de competencias de la enfermera/o experta en cuidados nutricionales, lo que nos lleva a considerar que el profesional de Enfermería del siglo XXI tiene la necesidad de ampliar los conocimientos científicos y técnicos, con el fin de mejorar la calidad de la atención en salud al proporcionar unos cuidados enfermeros individualizados y correctamente planificados; aunando siempre el acompañamiento en la transmisión de la información, el conocimiento y la sabiduría.

Recordemos como siempre, lo que Madelaine Leinninger escribe que “pueden existir Cuidados sin Curación; pero nunca podrá existir Curación sin Cuidados”.

Estando completamente de acuerdo con cada una de sus palabras, lo matizo diciendo que desde la educación nutricional apostamos por la formación, la información y el adiestramiento como sabiduría y conocimiento, en pos de la salud.

¡¡¡Feliz Año enfermero para todos!!!

Marilourdes de Torres

Autor Marilourdes de Torres

Delegada de nutrición del CGE; coordinadora del CC de ADENYD, secretaria general de UESCE; pero sobre todo me considero ENFERMERA PRESCRIPTORA.

1 Comment

  1. Idoia sz de Argandoña

    Gracias MariLourdes por tu sabiduría…da gusto escucharte y leerte no te falta razón pero yo veo que cada vez esta hermana pequeña que es la Nutrición está creciendo y le llegará la mayoría de edad es cada vez más visible y tenida en cuenta…nos queda camino importante para hacerla crecer.!!!! Igualmente Feliz Año Enfermero para todos. Besos desde Vitoria

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