La hora de la Primaria

Durante la emergencia sanitaria que atravesamos, muchas compañeras y compañeros que trabajan en Atención Primaria nos han trasladado que, una vez más, su labor parecía tener un menor eco social y mediático que la de, por ejemplo, los sanitarios que ejercen en los grandes hospitales, en las Urgencias o las UCIs. O que se ignoraba que el gran hospital de Ifema estaba integrado, fundamentalmente, por la enfermería de Primaria. Tienen toda la razón.

A veces la labor de las enfermeras de Primaria es silente, pero todos sabemos que sin sus fuertes cimientos daría igual tener los más avanzados hospitales del mundo. Resulta obvio que la Atención Primaria tiene un papel determinante en el bienestar de la sociedad. Y llevamos denunciando muchos años que hay que invertir y reforzar esta parcela del sistema, que faltan al menos 15.000 enfermeras más para poder atender a la población que hay centros de salud con muchas necesidades. Pero, claro, para los políticos resulta más vistoso y electoralmente interesante inaugurar un megahospital con miles de camas. Ese no es el modelo de cuidados para enfermos crónicos y envejecidos que defendemos.

En cualquier caso, la mayor parte de los problemas de salud, incluso la convivencia de varias patologías crónicas en una misma persona, cada vez más habitual por el envejecimiento de la población, se resuelven con la asistencia sanitaria más cercana, con sus enfermeras y enfermeros de su centro de salud. Pero sería muy injusto no reconocer y ensalzar su labor concreta en la crisis sanitaria del COVID-19. Para empezar, su rol fundamental quedó patente en los primeros momentos de la infección, con pacientes asustados y sin información acudiendo en masa a los centros de Primaria. Como ya hemos comentado, pasar de un día para otro de sus consultas al hospital de IFEMA y demostrar allí su talento, su capacidad organizativa y la excelencia de sus cuidados es algo que debe darse a conocer, como hacemos en este número de la revista.

Pero tras la vuelta de las UCIs y las Urgencias a una relativa normalidad ahora las enfermeras de Primaria tienen una misión crucial. Sobre sus hombros recae la salud de un país entero. Por una parte, su protagonismo es total en los estudios serológicos que se han puesto en marcha para calibrar la evolución de la pandemia.

Pero, por otra parte, los centros retoman su actividad -hay muchos pacientes que lo necesitan- con un triaje enfermero que establezca itinerarios entre pacientes con sospecha de COVID-19

y los que acuden por otros motivos. Todo ese proceso debe hacerse con diligencia, como seguro que se hará por parte de unos profesionales insuficientes y no siempre valorados por los responsables sanitarios y la sociedad. No así por sus compañeros de otros ámbitos, ni por sus representantes, que podemos decir con orgullo que realizan un gran trabajo.

Florentino Pérez Raya

Autor Florentino Pérez Raya

Florentino Pérez Raya es el presidente del Consejo General de Enfermería

Leave a Comment