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Antonia Vázquez González

Se considera “casi adicta” a todos los temas de investigación de enfermería, a la bioética y a la formación, entre otros, lo que le incita a participar en congresos, con comunicaciones y ponencias, además de dejar su huella en revistas. También disfruta con la lectura de novelas actuales, los paseos solitarios por la playa y el senderismo. Detrás de este perfil se encuentra Antonia Vázquez González, enfermera de la Unidad de Calidad del Hospital Universitario Virgen del Rocío, cuyo trabajo de investigación ‘Comunicación de malas noticias al familiar/es del paciente en Cuidados Críticos y Urgencias’ ha sido ganador del primer premio del ‘XXXI Certamen Nacional de Enfermería Ciudad de Sevilla’.

¿Por qué decidió ser enfermera?

Por vocación. La enfermería es considerada una ciencia y un arte, pues no sólo se requiere adquirir una serie de conocimientos científicos, sino también es necesario tener algunas habilidades para lo cual es fundamental que exista una verdadera vocación.

¿Qué diferencia a la profesión enfermera de otras ramas sanitarias?

La enfermería es una ciencia, es la ciencia del cuidado. Nosotros, los profesionales de enfermería recibimos un entrenamiento de cuatro años para cuidar al ser humano en todas las etapas de su vida, antes durante y después de la enfermedad y/o el nacimiento, ya sea a nivel individual o colectivo. Aplicamos el método científico para discernir entre una u otra intervención: somos investigadoras, administradoras, coordinadoras, educadoras y cuidadoras. Nos convertimos en madres cuando trabajamos con niños, en hijas amorosas cuando trabajamos con adultos mayores, en confidentes y consejeras cuando trabajamos con mujeres en edad reproductiva y embarazadas, en puentes entre el conocimiento ancestral y la medicina de occidente cuando trabajamos en zonas apartadas de las comunidades rurales (conciliando ambos saberes en beneficio de nuestros pacientes), porque nos hemos entrenado arduamente durante nuestra formación para ello. Eso es lo que hacemos. No se trata de cambiar un pañal, poner una sonda o un catéter. Enfermería es un proceso dialéctico en el que todos salimos ganando. Nosotros nos cargamos de energía y nos llenamos de satisfacción cuando sacamos adelante a un paciente y este logra su máxima recuperación acorde a su pronóstico, y el paciente se reintegra nuevamente a sus actividades sintiéndose sano fuerte y capaz. Por eso me decanté por ella.

Si volviera a nacer, ¿repetiría profesión?

Sí. Aunque en la práctica, y después de algunos años de trabajo, a veces pienso que debería haber elegido otra profesión con más reconocimiento social y económico.

Nos centramos en su trabajo premiado. ¿Qué objetivo perseguía?

Conocer cómo se comunican las malas noticias al familiar/es de los pacientes en las unidades de gestión clínica de Cuidados Críticos y Urgencias del Hospital Universitario Virgen del Rocío y describir el proceso comunicativo utilizado por los profesionales para transmitir malas noticias a familiares, y cómo la perciben los familiares de los pacientes ingresado en estas unidades.

¿Cuánto tiempo empleó en elaborarlo?

En la realización de los cuestionarios, unos dos meses, mientras que en la elaboración del trabajo alrededor de nueve meses.

¿Existen estudios sobre este tema?

Sí, pero no demasiados (se recogen en la bibliografía del estudio). Puede ser porque no somos demasiado sensibles a este tema y por ello no le dedicamos más atención. O por la complejidad para abordar a la familia. También son difíciles las técnicas de investigación cualitativa que hay que utilizar en este tipo de estudio y que no todos los profesionales conocen.

¿Qué ha sido lo más complicado a la hora de realizar el trabajo?

Recoger los datos, sobre todo de la familia ya que se encuentran en momentos complicados de incertidumbre y miedos. Contactamos con ellos cuando se encontraban en la sala de espera de espera de cuidados intensivos o de urgencias, con lo que esto significa. En cuanto a la recogida de datos de los profesionales, ha sido una tarea más fácil, ya que me han ayudado varios profesionales de las diferentes áreas. Ayuda que he agradecido enormemente. También fue un duro trabajo poner en pie todo lo preguntado, relacionarlo y confrontarlo con lo recogido en la bibliografía.

¿Cualquier enfermero/a está preparado para dar malas noticias?

No. Sin duda alguna, la formación y la experiencia es fundamental para afrontar esta actividad.

¿Cómo se han de comunicar?

Con empatía y cercanía.

¿Y cómo no?

Con frialdad, con brusquedad, sin intimidad, sin cercanía con el paciente o con la familia.

¿Hay casos que le hayan impactado?

Por mi experiencia laboral en urgencias del hospital de traumatología he vivido muchos momentos. Casos de personas muy jóvenes con amputaciones, suicidio mediante la precipitación al vacío y casos muy intensos o profundos como cuando el paciente, normalmente joven, sufre una paraplejia o tetraplejia. Tengo muchos casos de pacientes, muchos. Todos impactan; el momento de la dar la noticia a la familia es muy complicado. Nos envolvemos en una “coraza” para que no nos afecte, pero sí que nos afecta; sufrimos con estas situaciones.

¿Hasta qué punto influye en el estado de ánimo?

Puede influirle al profesional al dar la mala noticia el temor a ser culpado por la situación o el temor a la agresividad de la familia, pero son muy poco los casos, esto ocurre cuando los profesionales tienen poca experiencia en el manejo de estas situaciones.

¿A qué conclusiones ha llegado?

Existe un buen nivel de satisfacción de los familiares por el trato recibido en la comunicación de malas noticias, aunque con varios aspectos a mejorar, fundamentalmente la empatía. La familia quiere que los profesionales sean cercanos, amables y que se pongan en su lugar para que los comprendan, que sean sinceros pero no bruscos. Esto es lo que nos solicitan. En cuanto a los profesionales del estudio presentan buen nivel de experiencia en comunicación, pero con mínima formación, aspecto señalado por los éstos como área de mejora.

¿Qué le llevó a presentar este trabajo al certamen?

Siempre me interesó este certamen. Reconoce el esfuerzo realizado. Lo presenté estimulada o animada por los compañeros que lo habían leído.

¿Por qué cree que ha sido merecedora del primer premio?

No sé cómo han sido los demás trabajos para pensar que el mío era el mejor. Lo que sí sé es que el mío metodológicamente se ajustaba a un trabajo de investigación, que el tema es muy sensible para la enfermería y que aporta conocimientos que pueden cambiar la práctica diaria.

¿Cómo se siente?

Gratificada, agradecida y reconocida por el importante esfuerzo que realicé para llevarlo a cabo.

¿Algún sueño relacionado con tu profesión o no que te gustaría cumplir?

Reconocimiento para la enfermería. Somos la profesión olvidada.

Nadia Osman

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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