Perder el miedo a publicar en revistas científicas

Dedicarse a la enfermería implica una vocación de servicio y atención al paciente. Pero cada vez más profesionales saben que mejorar los tratamientos, las técnicas y la sanidad en general pasa por dedicar parte de su tiempo a la investigación. Cuando uno tiene inquietudes de este tipo puede llegarle a la cabeza una idea, luego una hipótesis, posteriormente demostrarlo en un ensayo clínico y después publicar los resultados para darlo a conocer a la comunidad científica. Pero llegar a la meta en esta carrera de fondo no resulta sencillo. Muchos enfermeros que quieren dar este paso a veces se encuentran perdidos al no estar tan familiarizados como los médicos, por ejemplo, con las reglas de las revistas científicas y sus normas. Pero no por ello deben renunciar a la investigación en enfermería.

Requisitos y bibliografía

«Tenemos que ser conscientes de la relevancia de difundir nuestro trabajo entre nuestros propios compañeros. Para poder llegar a publicar un artículo hay que estar motivado, ser constante y perseverante en nuestro trabajo y creer en la importancia de lo que hacemos diariamente y de la necesidad de transmitirlo al resto de profesionales», afirma Usua Montes, enfermera del Servicio de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra. Montes acaba de publicar, junto con otras compañeras del centro navarro, un artículo sobre el rol de la enfermería en los ensayos clínicos en la revista “Metas de Enfermería”.

Existen varias revistas que aceptan artículos originales en España, pero no hay por qué acomplejarse y no aspirar, por ejemplo, a publicar en revistas de mucho mayor impacto como es la revista científica del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), “International Nursing Review”. Alina Souza, asesora técnica del Consejo General de Enfermería y miembro del Consejo Editorial de la citada publicación, explica que “cuando se escribe en este tipo de publicaciones hay que tener en cuenta varios factores. Por ejemplo, el lenguaje debe ser claro, objetivo y emplear los términos específicos de la profesión aceptados internacionalmente. Cada revista tiene sus normas para elaborar la bibliografía (por ejemplo referencias estilo Harvard o Vancouver); la extensión, el número de tablas que se pueden incluir, declaraciones de intereses, etc”.

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Áreas de interés

Las claves para que un editor se interese por el trabajo se resumen en que –añade Souza- “se trate de una idea nueva, que nadie haya llevado a cabo antes esa investigación. También se puede reproducir otra investigación previa en otra población o país, hacer metaanálisis… Pero lo primero es fundamental. Otro factor que favorece la publicación en una revista importante es que el artículo se ciña a un área de gran interés de la enfermería o a un problema de salud muy frecuente. Si la revista es internacional, mejor si el tema objeto del estudio es más general que si se limita a un país o región”.

Una vez tenemos el estudio concluido el proceso de publicación tiene sus tiempos y plazos. En las revistas con mayor grado de exigencia, como “International Nursing Review”, una vez recibido el trabajo, éste pasa a manos de tres miembros de su comité editorial, sin que ellos sepan quién tiene el estudio sobre su mesa. Es lo que se conoce como revisión por pares en medios académicos (peer review, en inglés). Los revisores dan al editor jefe su opinión sobre la investigación, si es negativa ahí acaba el camino. Sin embargo, puede que uno o varios valoren como interesante el artículo, pero soliciten al autor correcciones, puntualizaciones y modificaciones. El texto puede emprender varios viajes de ida y vuelta hasta que se considera apto para la publicación. Luego hay un tiempo de espera, que en algunas revistas, como es el caso de la del CIE, puede ser de entre 6 meses y 1 año.

Usua Montes considera que “cada vez son más las enfermeras que se involucran en temas de investigación, bien sea como enfermeras investigadoras o como parte del equipo investigador, pero aún sigue habiendo desinformación acerca del rol de la enfermera en este área y es por ello por lo que deberíamos animarnos a difundir los resultados de nuestro trabajo”. Aun así, Souza cree que, incluso sólo comparándonos con el resto de países iberoamericanos, los enfermeros españoles publican muy poco”.

La enfermera de ensayos clínicos es una pieza clave

Otro aspecto a tener en cuenta es cómo la enfermera puede jugar un rol muy determinante en un ensayo clínico que se lleva a cabo entre varios departamentos y profesionales sanitarios. La conclusión principal a la que ha llegado el grupo de enfermeras que han escrito sobre este tema en “Metas de enfermería” es que “el rol de la enfermera coordinadora resulta esencial para asegurar la calidad y rigurosidad de cualquier EC, ya que hace de enlace entre paciente, promotor y resto del equipo investigador, minimizando errores y aumentando la adherencia al tratamiento”.

En opinión de Montes, “actualmente la enfermera de ensayos clínicos es una pieza clave dentro de este equipo. Lleva a cabo un trabajo sistemático de recogida, ordenación y almacenaje de los datos y debido a su experiencia clínica y hospitalaria previa, y a su formación académica, mejora la calidad y fiabilidad de los estudios minimizando el riesgo de errores".

 

David Ruipérez

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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