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El CGE “consternado”, ante el “injusto ” expediente a dos enfermeros valencianos por querer trabajar con seguridad

El pasado domingo, el diario El Mundo revelaba que la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana había abierto un expediente disciplinario a dos enfermeros que solicitaron seguir el protocolo de seguridad y se opusieron a manipular un medicamento biopeligroso, sin las precauciones requeridas para entrar en contacto con este tipo de componentes. El Consejo General de Enfermería, desde el momento que conoció la noticia, mostró su desacuerdo ante este tipo de prácticas y anunció por Twitter que la organización se encontraba “profundamente consternada por esta noticia” y que ya el mismo lunes convocaría “una comisión de expertos para investigarlo”.

Ante esta situación, el organismo colegial enfermero ha anunciado en un comunicado que considera esta situación “intolerable e injusta” y que es necesario aclarar diferentes cuestiones sobre el caso, para que no exista confusiones en los medios de comunicación. Además ha anunciado que propondrá “al Sindicato SATSE la creación conjunta, a través de la Mesa de la Profesión, de un Comité Multidisciplinar de Investigación compuesto por profesionales sanitarios expertos en medicamentos peligrosos y riesgo biológico, y juristas de reconocido prestigio” y que en el caso de que se demuestre que el Hospital Clínico de Valencia ha incumplido la legislación vigente en la regulación del manejo de medicamentos peligrosos, “se darán instrucciones precisas a los servicios jurídicos para que se ejerzan todas las acciones legales posibles, incluyendo la vía penal si procede”.

Aclaraciones

“Por parte de los gestores del hospital, se está intentando desviar la atención pública centrando el debate en el hecho circunstancial de si la enfermera expedientada había comunicado o no su embarazo al centro de trabajo. Sin embargo, ambos profesionales expedientados, se negaron al manejo del medicamento porque consideraron que no tenían ni experiencia ni formación específica, y además no disponían de todos los recursos y medidas de seguridad establecidos por Ley. El embarazo de esta enfermera expedientada sería una circunstancia agravante más a tener en cuenta en la investigación, pero en ningún momento debe condicionarla”, manifiesta el CGE en el comunicado.

Por su parte, consideran necesario resaltar que “resulta del todo inadmisible haber tenido que poner a estos profesionales sanitarios en la tesitura de tener que decidir entre administrar el tratamiento del paciente y poner en riesgo su propia seguridad, o privar al ciudadano de sus necesidades terapéuticas. Más aun cuando existen recursos que garantizan el manejo de medicamentos con plenas garantías de seguridad y cuando la empresa tiene la obligación de emplear todos los recursos necesarios, para garantizar el manejo de medicamentos con plenas garantías de seguridad por parte de las enfermeras, al amparo de los Arts. 14 y 16 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales”.

Mujeres embarazadas

Además, consideran que se debe poner especial atención al caso de las profesionales embarazadas ya que el NIOSH advierte que “puede provocar toxicidad embrionaria fetal, neoplasias malignas e infecciones graves. Aumenta del riesgo de aborto en el primer trimestre y aumenta también el riesgo de malformaciones congénitas”.

Y especifican que según la normativa del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, el manejo del componente que los enfermeros valencianos se negaron a manejar debe prepararse en “Cabina de Seguridad Biológica (CSB IIb) con doble guante, bata y mascarilla”, se debe utilizar en “sistemas cerrados de transferencia de medicamentos (CSTM) y equipo de administración purgado”, y para su administración “se exige doble guante y bata, utilizar protección ocular cuando exista riesgo de salpicadura y respiratoria si hay posibilidad de inhalación”.

Marina Vieira