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Los pacientes crónicos suspenden a la calidad de la atención sanitaria del Sistema Nacional de Salud

No aprueban ni con un cinco “raspado”. Los datos del primer barómetro de EsCrónicos muestran que la calificación media en relación a la satisfacción con el funcionamiento y calidad asistencial del Sistema Nacional de Salud (SNS) es de 4,9 sobre una puntuación total de 10. Pero a pesar de estos datos, “el profesional mejor valorado ha sido la enfermera. Ha sido el único con nota alta”, ha explicado María Jesús Delgado, presidenta de la Federación Española de Párkinson (FEP). Los enfermos demandan, entre otras reivindicaciones, la implantación de la Estrategia de Afrontamiento de la Cronicidad, fomentando la promoción de la salud en la población general, especialmente con la labor de la enfermería y de los auxiliares de enfermería en su labor de educación para la salud.

Los enfermeros, los profesionales mejor valorados por los pacientes crónicos Los enfermeros, los profesionales mejor valorados por los pacientes crónicos

Este estudio llevado a cabo por el Departamento de Política y RR.II. de la Universidad Autónoma de Madrid ha perseguido el objetivo de medir la percepción de la calidad de la atención sanitaria recibida por los pacientes crónicos españoles en los últimos 12 meses. En nuestro país, según la Encuesta Europea de Salud (EES) 2009, el 45,6% de la población mayor de 16 años padece al menos un proceso crónicos y el 22% de la misma dos procesos o más; además una dimensión adicional de problema de política pública lo plantea el hecho que los costes indirectos de la conversión de la cronicidad en discapacidad o dependencia no se concentran mayoritariamente en la población mayor, sino en la población en edad de trabajar.

“Los pacientes crónicos declaran en el estudio que en los últimos 12 meses han visto deteriorarse su atención y el acceso a los tratamientos, sobre todo debido a aspectos económicos. Y esto es lo que queremos calibrar a través de la elaboración de un barómetro anual como EsCrónicos”, ha argumentado Jesús Molinuevo, presidente de la Federación de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER) durante el acto de presentación del estudio.

Consecuencias de la reforma

Para un 45% de los pacientes encuestados, el SNS ha empeorado en el último año. Los aspectos que se señalan como prioritarios para proceder a la reforma del sistema sanitario son la rapidez de la atención (77,6%), el acceso gratuito (62,3%) y la atención por parte de los especialistas (60,75%).

Por Comunidades Autónomas, los pacientes crónicas de Andalucía y Valencia han sido de los más críticos respecto a la calidad de la atención recibida en los últimos 12 meses, mientras que los pacientes de Navarra, La Rioja, Aragón, Cantabria, País Vasco, Asturias, Madrid y Cataluña han puntuado por encima de cinco para valorar diferentes aspectos y variables del funcionamiento del SNS.

Diferencias territoriales

El carácter descentralizado de la política sanitaria y las diferentes circunstancias económicas de las comunidades autónomas se han traducido en distintas formas de gestionar la política pública de sanidad. Los pacientes tienen una percepción de desigualdad de acceso al tratamiento dependiendo de la Comunidad Autónoma. Asimismo, han apreciado una pérdida paulatina de calidad de la atención en los años de crisis económica y la aparición de barreras de acceso, y por consiguiente, un aumento de la incertidumbre de cara al futuro.

Para María Jesús Delgado “las desigualdades no son sólo territoriales, lo son también sociales, puesto que los copagos, por ejemplo, suponen una barrera de acceso a los pacientes que no se los pueden permitir y podría poner en riesgo que algunos colectivos, como pensionistas y pacientes crónicos, dejen de tomar correctamente su medicación porque tienen dificultades para pagarlos, lo cual afecta a la adherencia al tratamiento, es decir, a la eficacia del mismo. Esto puede tener consecuencias tales como los reingresos, algo que todos sabemos es una de las cosas que más coste supone para nuestro sistema nacional de salud”.

En el acceso a los servicios de salud, el aumento de los tiempos de demora y la escasez de tiempo para atender a los pacientes crónicos debido al incremento de las listas de espera o la alta presión asistencial en los servicios públicos al contar con menos recursos y personal son otra barrera asistencial.

El papel de las asociaciones de pacientes

EsCrónicos muestra además, que las asociaciones de pacientes son un recurso muy valorado, de orientación, información o de prestación de servicios. En este sentido, las asociaciones representan la fuente de información para un 52% de los pacientes, aunque sin embargo, un 32% señala la falta de conocimiento sobre tratamientos alternativos al que recibe.

“Hoy por hoy sabemos que uno de los ejes del cambio sería ayudar a modificar el modelo de paciente pasivo por el de paciente informado, que es protagonista de su enfermedad, que participa en la prestación de servicios, en las asociaciones y en las estrategias de salud. Por eso, sabemos que las actividades de información y formación de las asociaciones de pacientes son clave en este sentido y creemos que para superar esta barrera de la información es muy importante contar con un paciente experto que conozca su enfermedad y que se implique en el cuidado de la misma”, apunta Molinuevo.

Cambios futuros

La disponibilidad, la asequibilidad y la calidad de los sistemas de salud y de cuidados de larga duración contribuyen a asegurar una vida saludable e independiente, e incluso a promover en algunos casos, la participación en el mercado de trabajo y la mejora de la productividad.

En este sentido Koldo Aulestia, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de personas con Alzheimer y otras demencias (CEAFA), ha puntualizado que “ante las conclusiones que se extraen de este primer barómetro EsCrónicos, y pese al actual marco de crisis financiera y económica que ha impactado negativamente en la calidad asistencial, pensamos conveniente emitir y trabajar sobre una serie de recomendaciones que pueden repercutir positivamente en nuestro sistema público de salud”.

 

Redacción