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Un estudio demuestra que la atención especializada en ostomía mejora la calidad de vida de los pacientes y disminuye el coste un 68%

El coste de la atención sanitaria de los pacientes atendidos por una enfermera estomaterapeuta es un 68% menor que el de los pacientes que no cuentan con una atención especializada, pues sus complicaciones son menores, aumentando su calidad de vida. Además, el coste de los materiales baja un 10% cuando cuentan con una enfermera estomaterapeuta de referencia. Así lo demuestra el I Estudio Coste-Efectividad de la Atención Especializada en Ostomía presentado en el IV Congreso de la Sociedad Española de Enfermería en Cirugía (SEECIR) celebrado en Alicante.

160 enfermeros de toda España han participado en el estudio 160 enfermeros de toda España han participado en el estudio

Se trata de una investigación pionera en la que han participado 160 enfermeros de toda España y en el que, por primera vez, se demuestran los beneficios que aportan los enfermeros expertos en estomaterapia a los pacientes que atienden en sus consultas hospitalarias.

“La oferta de servicios de atención especializada en enfermería para los pacientes ostomizados no es homogénea en España. Hay muchas desigualdades en el acceso a las consultas de estomaterapia. En la Comunidad Valenciana ocurre lo mismo, las capitales de provincia tienen buenos servicios, pero en muchos hospitales comarcales los pacientes ostomizados no tienen una enfermera estomaterapeuta a su alcance por lo que son dados de alta sin seguimiento”, explica Estrella Consuegra, enfermera estomaterapeuta del Hospital Infanta Sofía de Madrid y ponente en el Congreso de Seecir.

Resultados concluyentes

Con el objetivo de analizar el coste-efectividad de la atención especializada a pacientes con ostomía y demostrar la utilizada de la atención enfermera especializada se puso en marcha este estudio. Para ello se analizaron dos grupos de pacientes, con enfermera estomaterapeuta de referencia y sin ella, durante 3 meses. Sus resultados son concluyentes: Los pacientes que sí tenían una enfermera estomaterapeuta mejoraron la movilidad, el cuidado personal, la capacidad para realizar actividades cotidianas y sentían menos dolor y depresión.

Además, otras variables como la preocupación por el estoma, el estado de salud, la adaptación al estoma o la capacidad para limpiarse el estoma, cambiar de bolsa y llevar una vida normal mejoraron en mayor intensidad en el Grupo 1 que en el Grupo 2. “Estos resultados son muy importantes porque es la primera vez que se demuestra científicamente que las enfermeras estomaterapeutas somos un valor añadido para el paciente, ya que les proporcionamos la capacitación que necesitan y fomentamos el autocuidado para sean lo más autónomos posible”, explica Estrella Consuegra.

Menos complicaciones

El estudio también realizó un registro evolutivo, analizando las complicaciones que sufrieron los pacientes de los dos grupos a los 15 días, al mes y a los 3 meses de la intervención quirúrgica.

En el Grupo 1 se detectó que la complicación más frecuente fue la dermatitis y que estos pacientes resolvían las complicaciones fácilmente y de forma mayoritaria con su enfermera estomaterapeuta, mientras que los pacientes del Grupo 2 resolvían sus complicaciones acudiendo mayoritariamente a urgencias o a atención primaria –servicios más costosos-. Ello supone una reducción del coste en la atención de un 68%.

“El tipo de complicaciones que sufren los pacientes después de la intervención quirúrgica y la manera de resolverlas está directamente relacionado con su calidad de vida y con el coste de su atención sanitaria. Hemos observado que un paciente que cuenta con una enfermera estomaterapeuta tiene menos problemas porque nosotras le damos una educación sanitaria que le capacita para ser más autónomo con su nueva situación y en cuanto tiene una complicación acude directamente a nosotras para resolverla. Sin embargo, los pacientes que lamentablemente no cuentan con una atención especializada tienen que acudir a servicios como urgencias o atención primaria que no están capacitados para resolver problemas específicos de los pacientes ostomizados y que, además, son servicios que tienen un coste muy superior para los sistemas sanitarios”, explica Esperanza Villalba, enfermera estomaterapeuta del Consorcio Sanitario Integral Moisès Broggi de Sant Joan Despí (Cataluña) y ponente en el Congreso de Seecir.

 

Gema Romero