El 40% de la población come en exceso en situaciones de estrés

La situaciones de estrés, principalmente de natulaleza laboral, favorece la ingesta de alimentos que podrían denominarse de “recompensa”: aquellos alimentos más placenteros para nuestro paladar, generalmente más ricos en grasas o más dulces. Con ellos aparece una temporal sensación de felicidad que compensa la sobrecarga mental. Las personas que ya presentan obesidad leve o sobrepeso son más propensas a este incremento de la ingesta calórica. Si la situación estresante persiste a lo largo de los años, el paciente corre el riesgo de desarrollar el llamado síndrome metabólico. Con motivo del día mundial de la persona obesa, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) han alertado de los riesgos potenciales para la salud de este cóctel de estrés y voracidad a la hora de comer bautizado como “obestrés”. “La respuesta frente al estrés no es homogénea en todas las personas, mientras que el 20% de la población no variará su patrón alimentario, el 40% lo incrementará, con una clara preferencia por los alimentos con alto contenido calórico, es decir, alto contenido en grasas y dulces”, asegura el Albert Lecube, coordinador del Grupo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). “Esta es otra de las causas que sumaría efectos para explicar la actual epidemia de obesidad”, asegura el experto.

 

En este sentido, explica el Javier Salvador, presidente de la SEEN, el “estrés constituye, por sí mismo, un factor de riesgo adicional para el desarrollo de ciertas enfermedades, como las enfermedades cardiovasculares”. El 24% de los hombres y el 21% de las mujeres españolas sufre obesidad. De igual manera cabe destacar que el 14% de los niños y adolescentes en España presenta obesidad y el 25% sobrepeso. Para la Susana Monereo, secretaria general de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), “teniendo en cuenta que en nuestro país hay un incremento constante y alarmante año tras año de las cifras de sobrepeso y obesidad, creemos que la población no está suficientemente concienciada y que, por lo tanto, seguimos comiendo mal”

En busca de la recompensa

El doctor Lecube explica que “independientemente del aumento o descenso de la ingesta, la mayoría de las personas estresadas asegura consumir un incremento en el consumo de los alimentos más ‘palatables’”. Es decir, el estrés favorece la ingesta de alimentos que podrían denominarse de “recompensa”. “Son aquellos alimentos más placenteros para nuestro paladar, generalmente más ricos en grasas o más dulces, cuya ingesta favorece la aparición temporal de un estado de felicidad”, indica doctor Lecube. “Los alimentos que suelen escogerse cuando estamos estresados son aquellos que en condiciones normales desaconsejamos cuando queremos hacer una vida saludable o perder peso”, concluye.

“Estudios prospectivos nos ayudan a poder identificar aquellas personas que van a responder al estrés en uno u otro sentido,” indica doctor Lecube. Aquellos sujetos que, inicialmente, antes de sufrir el estímulo estresante, tienen sobrepeso u obesidad leve están más inclinados a responder incrementando la ingesta y su peso. Por el contrario, aquellas personas con un peso inicial de normalidad o con bajo peso, responderían no modificando su ingesta o disminuyéndola. “Estas observaciones permiten sugerir que la diferencia entre unos y otros que justificara esta distinta respuesta podrían ser las concentraciones de insulina, mayores en aquellos con mayor índice de masa corporal”, asegura doctor Lecube.

83% de los encuestados considera el sobrepeso un problema de salud
Según los resultados de una encuesta llevada a cabo por SEEDO y realizada telefónicamente a más de 1.170 personas, el “44% de los entrevistados manifestó tener conciencia de tener exceso de peso, al tiempo que el 43% reconocía haber hecho algo para adelgazar en el último año”, indica Monereo. Tan solo el 19% acudió al médico para guiarle de manera saludable en esta pérdida de peso, mientras que el 92% prefirió recurrir a las “dietas milagro” pese a reconocer que no cree en sus beneficios para la salud, ni en sus rápidos resultados.

Según datos de la misma encuesta, el 75% de las personas consultadas percibe cierta discriminación con motivo de su peso y el 74 asegura tener dificultad para relacionarse socialmente. A este respecto, el 75% aseguró tener dificultad para encontrar un puesto de trabajo y el 72% dificultad para encontrar pareja

 

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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