Para José Ángel Rodríguez, presidente del Colegio de Enfermeros de S. C. de Tenerife, “es preciso modificar y matizar la ley del medicamento para que las enfermeras puedan prescribir al mismo nivel que otras profesiones, dentro de su nivel de competencia. Cada profesional en cualquier sistema sanitario prescribe los 10, 15 o 20 medicamentos que más utiliza, según su especialidad y eso es lo que debería suceder con las enfermeras. Es absurdo que en nuestro caso la prescripción sea distinta a la que puede realizar cualquier odontólogo, veterinario o podólogo”.

Actualmente, la prescripción enfermera, publicada en el Boletín Oficial del Estado (B.O.E.) como indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano, por parte de los enfermeros y enfermeras, abre la posibilidad de un desarrollo a la prescripción, que beneficie al paciente por la mejora del acceso al Sistema, pero con muchas limitaciones. Para Rodríguez “las enfermeras necesitan prescribir como elemento propio de su metodología de trabajo, y por ello es necesario cambiar la Ley del Medicamento. Es prioritario para el paciente que la prescripción en las intervenciones de ámbito enfermero sea realizada por este profesional, sin tener que derivarlo para que otro después le recete lo indicado por el enfermero”.

Obstáculos

Múltiples son las trabas que ha vivido a lo largo de los años el desarrollo de la prescripción enfermera. Así, Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, ha señalado que “conseguir determinadas metas o logros implica, en ocasiones, recorrer caminos tortuosos y plagados de obstáculos. El desarrollo de la prescripción enfermera es un ejemplo claro de cómo el tesón y el trabajo de muchos hombres y mujeres doblega la ceguera de quienes consideraban que este avance importante para la sanidad española suponía algún tipo de perjuicio para los pacientes”.

Para el presidente de las 330.000 enfermeras españolas “quien en este 2023 dice que las enfermeras no pueden prescribir en base a unas guías consensuadas con los propios médicos es simplemente que quizá echa de menos un pasado en el que la estructura sanitaria era otra, donde existía una subordinación entre profesiones, un prestigio social que quieren seguir monopolizando”.

De hecho, los argumentos que esgrimen para criticar la prescripción enfermera son las mismas tesis que ahora emplean contra la actualización de la Estrategia +AP. Como ha señalado José Ángel Rodríguez, “tanto con la prescripción enfermera como con la reorganización de la atención sanitaria de lo que se trata es de beneficiar a los ciudadanos, de mejorar su acceso al sistema sanitario, siempre siguiendo guías y protocolos pactados entre todas las profesiones implicadas que es como se organiza el sistema de salud según la Ley de Ordenación de las Profesiones”.

Así, a su juicio, “los enfermeros podemos mejorar la atención de la demanda en Atención Primaria, en muchos procesos agudos leves, haciendo lo que siempre hemos hecho: valorar al paciente, establecer un diagnóstico enfermero y proceder a intervenir con la aplicación de los cuidados necesarios para resolver ese problema. De ahí que la prescripción enfermera sea un elemento transversal, un arma de trabajo para los profesionales, para tener la autonomía de la atención de estos procesos, tal y como se ha pactado en los protocolos”, ha incidido Rodríguez.

Guías de prescripción

Aunque el desarrollo de la prescripción enfermera es muy desigual entre las distintas comunidades autónomas, actualmente, casi el 100% de las enfermeras pueden ya acreditarse para prescribir tanto medicamentos que no precisan prescripción médica como productos sanitarios, así como determinados medicamentos sujetos a prescripción médica que progresivamente se están incorporando.

Así, el listado de estos últimos fármacos abarca ya cinco ámbitos como son las heridas diabetes, hipertensión, quemaduras y ostomías. Como ha recordado Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería, en su intervención “su incorporación a otros productos sanitarios que pueden prescribir las enfermeras se lleva a cabo a través de guías clínicas en las que el CGE ha trabajado junto con el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y representantes de otras profesiones sanitarias como médicos y farmacéuticos. En este caso, las enfermeras realizan una prescripción colaborativa en el seguimiento, control y cuidados de los pacientes”. Está previsto que en los próximos meses salgan adelante nuevas guías sobre anticoagulación oral -ahora mismo en proceso de revisión-, salud sexual, embarazo y parto.

En el caso de Canarias, “el Servicio Canario de Salud ha puesto en marcha un pilotaje en algunos centros, los sistemas informáticos ya están preparados para la prescripción enfermera y se prevé que en un par de meses se generalice en todo el servicio de salud”, ha detallado el presidente de los enfermeros tinerfeños.

Lenguaje enfermero

En el congreso también se ha avanzado cómo va a ser el manejo e-Cuidados Prescripción, la plataforma de la Organización Colegial de Enfermería que permitirá consultar los medicamentos y productos sanitarios que pueden prescribir las enfermeras y acceder, además, a sus características e indicaciones, así como la metodología enfermera en la prescripción. A este respecto, José Luis Cobos, vicepresidente III del Consejo General de Enfermería ha destacado que esta metodología se basa “en nuestra propia forma de plantear los cuidados, con los diagnósticos enfermeros, nuestros procesos e intervenciones, con nuestro propio lenguaje enfermero”, ha concluido.