Tal y como se establecía en la convocatoria, el trofeo debe reflejar la esencia de la enfermería. Como explicaba Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, “hablamos de una profesión que cuida a la sociedad en todas las etapas de la vida, que educa en salud, que previene la enfermedad con la promoción de hábitos de vida saludable, que cura, que vacuna, que realiza técnicas complejas, que investiga, que prescribe… Una profesión que, en nuestro país, cuenta con una de las formaciones más avanzadas del mundo y que ha sido todo un referente durante la pandemia para enfrentarse al mayor reto sanitario que ha vivido nuestra sociedad y el propio sistema sanitario”.

Para Diego Ayuso, secretario general del CGE, “ha sido muy satisfactorio el poder contar con tantos y tan variados trabajos presentados. Se trata de la primera ocasión que lanzamos una convocatoria de estas características, un tanto alejada de nuestras habituales propuestas, y estamos muy satisfechos con el alcance y la calidad de lo presentado a concurso. El jurado va a tener realmente difícil elegir al que será el trofeo que se entregará en nuestros premios nacionales al menos en los próximos cuatro años”, ha señalado.

Propuestas

Así, entre las distintas propuestas presentadas destacan las apelaciones a la empatía, la compasión, el corazón, el esfuerzo, la ciencia y los cuidados que prestan las enfermeras. Como inspiración los artistas han empleado experiencias propias y ajenas en su contacto con el sistema sanitario, así como todo lo vivido durante la pandemia, en la que las enfermeras han sido verdaderas protagonistas por su buen hacer y sacrificio.

Entre los elementos más reconocibles que muestran los trabajos presentados se encuentran las manos, el corazón o las alas. Si bien hay otras ideas más vanguardistas basadas en el simbolismo que ha inspirado la profesión entre los distintos artistas con apelaciones a la vocación, la autonomía profesional, la esperanza, el compromiso, la entrega, la ciencia y la conciencia o el trabajo en equipo.

Como características comunes a todos los diseños, las establecidas en las propias bases: un trofeo escultórico en broce o hierro con una altura máxima de 30 cm, incluyendo la base y un peso máximo de 2,5 kg. Además, la base deberá contar con espacio suficiente para personalizarla con el nombre del premiado y la correspondiente categoría del certamen.

Los artistas

Entre los candidatos que se han presentado al concurso -cuatro mujeres y 16 hombres- se incluyen artistas de todo el territorio nacional con amplia experiencia tanto en la elaboración de esculturas para premios como en obras de grandes dimensiones. Además, se da la circunstancia de que uno de los aspirantes también es enfermero de profesión y los hay también que ya han tenido contacto con el mundo de la profesión al haber desarrollado proyectos escultóricos para los colegios de enfermería de Cáceres y Ciudad Real.

Está previsto que el fallo del jurado se conozca en la primera semana de junio para dar tiempo al artista escogido para elaborar los seis trofeos que compondrán la primera edición de los premios y que deberán estar listos antes del próximo 30 de septiembre.