Entretanto, y porque la exposición al sol en verano, sobre todo playas y piscinas, se vuelve casi inevitable, Violeta Navarro, enfermera en el Servicio de Dermatología del Hospital de Fuenlabrada, recuerda cuáles son los consejos clave que suelen dar a los pacientes en sus consultas:
- Evitar la exposición al sol, especialmente en las horas de mayor incidencia, y aplicarse siempre protección solar media hora antes de salir de casa. Dicha protección debe ser de, al menos, factor 50, y debe reponerse cada dos o tres horas.
- Consultar con el médico de atención primaria cualquier cambio que se observe en lunares. Lo más importante si se tiene un melanoma es diagnosticarlo de manera precoz, porque eso multiplica las posibilidades de curación en función de su profundidad. Ante cualquier duda sobre una mancha de la piel, lo mandanos analizar. Si se diagnostica como melanoma, lo mejor y más efectivo es la cirugía.
- Evitar que los niños se quemen, porque eso reducirá las posibilidades de que desarrollen un melanoma en la edad adulta. Los niños que tienen menos de seis meses no pueden exponerse al sol, ni se les debe llevar a la playa salvo bien cubiertos y en las primeras horas del día. Lo importante es acostumbrar a todos a ir protegidos desde pequeños, a no dejarles ir a la playa, la piscina o de excursión al aire libre sin protección solar.
- En cuanto a los ancianos, es importante que la familia y los cuidadores estén atentos a los cambios en su piel. Ellos, con la edad, dejan de mirarse al espejo y de vigilarse.
- No hacer caso a mitos y falsas creencias, como que la gente con la piel más oscura no necesita protección. Es verdad que los más morenos tienden a quemarse menos, pero necesitan la misma protección.
La enfermera considera que sí existe concienciación frente al problema del cáncer de piel, aunque queda mucho trabajo por hacer: “Gracias a las campañas de concienciación y a la labor educativa que se está llevando a cabo, si hay muchos pacientes que acuden a su médico porque han observado algún cambio en sus lunares o manchas de la piel, y éste les deriva a un especialista. Antes la gente no era consciente de lo malo que puede ser el sol, y ahora sí lo saben. Cuando nosotros éramos pequeños, no había tanta concienciación, y sin embargo ahora es raro que un niño salga a la calle en verano sin protección solar. Desgraciadamente, a las consultas especializadas siguen llegando muchos casos de cáncer de melanoma, sobre todo cuando se acerca el verano. Es un momento en el que, además, vemos cambios en nuestra piel que durante el invierno habían pasado desapercibidos”.
Ana Muñoz