Notas de Prensa Consejo (47)

Madrid, 23 de marzo de 2023.- En sólo un año, de 2021 a 2022, se duplicó el número de enfermeras formadas en España que fueron a trabajar a otro país, pasando de 572 a 1.100. Pero es que sólo en enero y febrero de 2023, el número alcanzaba ya las 286. Noruega, Reino Unido e Irlanda son, por este orden, los principales lugares de destino. La razón no es otra que la precariedad laboral que vive el sector y dentro de ella la temporalidad. Lejos del 8% marcado como objetivo por el Gobierno, la temporalidad entre las enfermeras no baja del 30% y en algunas Comunidades Autónomas llega al 40%. La situación, denuncia el Consejo General de Enfermería, no es nueva y como explica Florentino Pérez Raya, presidente, “llevamos más de 25 años sufriendo las consecuencias de la elevada temporalidad. En 2020, el número de enfermeras españolas trabajando fuera de España superaba las 5.400 y desde entonces la cifra no ha dejado de crecer. Invertimos en formar profesionales altamente cualificados que se acaban yendo a otros países en busca de mejores condiciones”.

La temporalidad, sostiene el Consejo, “no está justificada en ningún caso” y es que, de hecho, otro de los grandes problemas de nuestro sistema sanitario es la falta de profesionales: “mientras en Europa la ratio es de 8,6 por cada 1.000 habitantes, en España es de apenas 6,1. Ocupamos los puestos de cola con respecto a otros países de nuestro entorno. Por tanto, lejos de sobrar profesionales, faltan. Esto conlleva una sobrecarga laboral que perjudica a las enfermeras, pero también, no lo olvidemos, a los pacientes”.

Además, como explica Florentino Pérez Raya, “las ofertas públicas de empleo son escasas en cuanto al número de plazas y se resuelven a muy largo plazo. Actualmente, por ejemplo, se están incorporando los profesionales que obtuvieron su plaza en 2019, es decir, cuatro años más tarde”.

Riesgos

La temporalidad afecta no sólo a quienes tienen este tipo de contratos sino también al resto de profesionales y pone en riesgo la propia seguridad del paciente. De un lado, las enfermeras que viven enlazando contratos, muchas veces de días e incluso horas, ven cómo su vida personal se ve afectada y les resulta casi imposible conciliar. Renunciar a un contrato, que a veces se ofrece de un día para otro, supone una penalización que les lleva directamente al último puesto de la bolsa de empleo. No importa que exista una justificación para ello y la penalización tiene lugar también si el empleador no consigue contactar telefónicamente con la enfermera.

Muchos de estos trabajadores temporales ven cómo pasan de una unidad a otra sin importar si tienen o no la experiencia requerida y sin que cuenten con la figura de un tutor que les acompañe. Esto genera estrés, inseguridad y ansiedad. “La norma dice que en determinados servicios el personal de nueva incorporación tiene que estar tutorizado, por ejemplo, en neonatología crítica, donde hablamos de pacientes muy vulnerables. La realidad es que esto no se está haciendo, no hay tales tutores”, denuncia el representante de las enfermeras. “¿De quién es entonces la responsabilidad cuando sucede algún problema que, desgraciadamente, puede comprometer la vida del paciente”, se pregunta Pérez Raya. “De la enfermera no. La culpa es del sistema”, responde.

Los profesionales que no son temporales también sufren las consecuencias de no contar con compañeros fijos y la rotación continua dificulta el trabajo de las enfermeras que en su día a día tienen que hacer frente a una importante carga de trabajo, derivada precisamente de la falta de personal.

Salud mental

La situación está afectando claramente a la salud mental de las enfermeras. Como ha reflejado la encuesta realizada por el Consejo General de Enfermería a 20.000 enfermeras tras la pandemia, el 80% se encuentra en una situación de estrés mantenido, el 75% padece ansiedad y el 33% depresión. No es de extrañar, señala Pérez Raya, que “muchos profesionales se estén planteando irse o directamente abandonar la profesión para dedicarse a otra cosa”.

Una cuestión económica

Si formamos enfermeras altamente cualificadas que hacen falta en España y la realidad es que se están yendo, ¿por qué no intentamos retenerlas? El motivo, a ojos del CGE, es claramente económico: “las enfermeras temporales no tienen los mismos derechos retributivos que las fijas, ni trienios, ni carrera profesional… ni siquiera las guardias se cobran igual cuando el trabajo es el mismo”. “Las enfermeras y enfermeros españoles estamos muy bien valorados en otros países por nuestra preparación. Esto es un orgullo y una tristeza al mismo tiempo porque estamos formando profesionales súper competentes que se están yendo. Es urgente que el Ministerio y las Administraciones de las distintas Comunidades Autónomas estabilicen e incrementen las plantillas de acuerdo a las necesidades de la población”.

Madrid, 10 de marzo de 2023.- El Consejo General de Enfermería (CGE) y la Asociación Nacional de Personas con Epilepsia (ANPE) han firmado un convenio de colaboración para contribuir a una calidad asistencial integral de las personas con epilepsia y mejorar así su calidad de vida. “Entre nuestros objetivos está el defender y representar a las personas con epilepsia y sus familias a nivel nacional; y creemos que el papel de la enfermera es fundamental para estos pacientes y sus familias en su día a día”, explica Isabel Madrid, presidenta de ANPE.

La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que afecta a personas de todo el mundo y se caracteriza por convulsiones recurrentes. Es la cuarta enfermedad neurológica más común y se estima que más de 50 millones de personas – equivalente a la población de Palma de Mallorca- padecen epilepsia en todo el mundo. “Tras el diagnóstico, las enfermeras son las primeras en ver al paciente. Se encargan de orientarles y de transmitirles tranquilidad ante las numerosas dudas y miedos que puedan surgirles”, comenta el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya. “Además, son un referente tanto para el paciente con epilepsia como para sus cuidadores. Una de las líneas clave de actuación es fomentar la autonomía del paciente, empoderarlo en el manejo de su enfermedad y si no puede realizarlo de forma autónoma, empoderar a un familiar como cuidador principal que asuma las funciones necesarias para que el paciente tenga disponible las mejores alternativas sanitarias para manejar su patología. Por tanto, es muy importante que enfermeras, pacientes y cuidadores vayamos de la mano”, añade Pérez Raya.

Enfermera escolar

En España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la epilepsia afecta a unas 400.000 personas, es la tercera enfermedad neurológica más frecuente en ancianos, y el trastorno neurológico más frecuente en niños. “En el caso de los más pequeños, la existencia de la enfermera escolar resulta crucial para realizar una primera atención en las aulas. Y, además, son las encargadas de dar la información y formación sobre qué es la epilepsia y saber cómo actuar”, resalta la presidenta de ANPE.

Hace unos meses el Observatorio de Enfermería Escolar del Consejo General de Enfermería mostraba que España cuenta sólo con una enfermera por cada 8.497 alumnos. “Los resultados son muy preocupantes”, resalta Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería. “El objetivo es que haya una enfermera en cada colegio. Estamos hablando de centros donde los niños pasan muchas horas y en las que puede ocurrir cualquier cosa”, añade.

Madrid, 9 de marzo de 2023.- Cerca de 70.000 personas viven en España con incontinencia fecal, un problema que, en muchas ocasiones, limita su vida personal, familiar, laboral, social y sexual. Tal es así que esta situación llega, incluso, a provocar alteraciones en la salud mental de los afectados y afectadas, que se traducen en cuadros de depresión graves, ansiedad, estrés y aislamiento social. Pacientes, familiares y profesionales sanitarios instan a las administraciones a buscar una solución e implantar medidas probadas científicamente para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Es el caso de la irrigación transanal, una opción terapéutica reconocida por su eficacia y seguridad clínica, que ayuda enormemente a estos pacientes, pero que, dependiendo de las comunidades autónomas, se topan con desigualdades en el acceso a esta técnica, causando una gran falta de equidad.

Así se ha puesto de manifiesto en la jornada sobre incontinencia fecal realizada en el Congreso de los Diputados, en la que se han dado cita pacientes, profesionales y partidos políticos. La jornada ha estado impulsada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Grupo IFE (integrado por una decena de asociaciones e instituciones) con el objetivo de visibilizar la situación y realidad asistencial a la que se enfrentan estos pacientes, así como el trabajo de los profesionales que los atienden.

“Es inadmisible que en un sistema sanitario como el español existan trabas en determinados territorios para que estos pacientes puedan seguir su vida con normalidad. Estamos hablando de un claro ejemplo de desigualdad e inequidad. Hay que destacar que la inclusión de nuevos productos sanitarios en el sistema de reembolso del Sistema Nacional de Salud lleva bloqueada los últimos 16 años, lo que ha provocado que, al no existir una coordinación a nivel estatal, el acceso de los pacientes a este tratamiento se ha dejado a criterio de las comunidades autónomas. Esto ha originado una enorme ralentización del acceso a esta terapia en comparación con otros países de nuestro entorno, resultando además que, en nuestro país la disponibilidad de la terapia de irrigación transanal, tan esencial para estos pacientes, no dependa de criterios ni clínicos ni sociales, sino del lugar de residencia del paciente, produciéndose una grave situación de inequidad e injusticia”, afirma José Luis Cobos, vicepresidente del CGE.

Actividades de formación

Así, desde la institución que aglutina a los más de 330.000 enfermeras y enfermeros del Estado, se ha puesto de manifiesto la necesidad de hacer visible esta situación, mediante actividades de formación, información y educación en el abordaje de la incontinencia fecal, tanto a profesionales como a pacientes, cuidadores y sociedad en general. Además, han querido poner en valor el trabajo de las enfermeras expertas y cuidadoras de los pacientes. “Somos quien acompaña, educa y cuida de la sociedad en todas las etapas de la vida. Gracias a las enfermeras expertas en este ámbito y a la atención personalizada, estos pacientes mejoran enormemente su calidad de vida. Desde los gobiernos autonómicos y también desde el Ejecutivo central deben apostar y potenciar por las enfermeras formadas e informadas”, subraya Cobos.

En esta misma línea se muestra Irene Ávila, de la Sociedad Española de Enfermería en Cirugía (SEECIR): “Se ha demostrado que con el uso de las terapias sanitarias avanzadas se puede conseguir que el hecho de tener incontinencia no interfiera en la vida familiar de la persona o en sus actividades sociales; por ello, continuaremos luchando hasta conseguir un tratamiento justo y equitativo”.

Una de las grandes peticiones del Grupo IFE es que se incorporen los dispositivos de irrigación transanal en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud y de cara al desarrollo de nuevos tratamientos, resaltan la importancia de que se regule el procedimiento de precio y reembolso para la inclusión de tecnología sanitaria innovadora para los pacientes crónicos en el sistema de prestación farmacéutica del sistema.

Causas muy diversas

Aunque muchas veces invisible, la incontinencia fecal se da por causas tan diversas como una lesión medular, cirugía por cáncer colorrectal, esclerosis múltiple, párkinson, ictus, espina bífida, desgarros por el parto vaginal, estreñimiento, daños musculares, lesión nerviosa, elasticidad reducida, prolapso rectal, rectocele y hemorroides, entre otras. La casuística y la etiología son diversas y abarcan también a pacientes pediátricos; niños con patologías congénitas, neurológicas, o con la enfermedad de Hirschsprung, por ejemplo.

“Bastante invalidante es sufrir incontinencia anal como para no poder acceder al tratamiento que tu médico considera que mejorará tu vida sólo por el hecho de que en tu comunidad no está financiado. Intentamos que dejen de ser patologías desconocidas y silentes. Son muchos los pacientes que están perdidos y no encuentran una solución”, afirma Angels Roca, presidenta de la Asociación para la Incontinencia anal y urinaria (ASIA).

Por su parte, Manuel Esteban, jefe de Servicio de Urología del Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo) y miembro de la Asociación Española de Urología (AEU), considera primordial “dignificar a los pacientes, elaborando propuestas de empoderamiento y dándoles toda la información disponible para la decisión compartida del mejor tratamiento posible”. “La discriminación que sufren es un tema a abordar y es necesario tomar acciones para superar este escalón, que no permite a los pacientes acceder a los mejores tratamientos disponibles”, recalca.

De la misma forma se muestra Manuel R. Bernal, presidente de la Asociación Española de Enfermería en Urología, que considera que "las administraciones tienen que ser conscientes de la situación real en la que se encuentran estos pacientes y se les debe exigir actuar con inmediatez, apostando por la instauración de equipos de salud multidisciplinares formados específicamente y a los que se les dote de recursos suficientes que garanticen la atención justa, homogénea e integral del paciente con incontinencia fecal”.

Financiación

Desde la Sociedad Europea de Urología Pediátrica, el secretario científico, Pedro López-Pereira, comenta que el reto con estos pacientes es conseguir corregirles la incontinencia y “cuando esto se consigue, ver su cara de felicidad y cómo ha mejorado su calidad de vida es una de las mayores satisfacciones que se puede tener como médico”. “La financiación de todos estos productos sanitarios no tienen que depender de la comunidad en la que vivas, por lo que deben ponerse de acuerdo todas para su financiación”, expone.

Ana del Pino, miembro de la Asociación Española de Enfermería especializada en Lesión Medular (Aselme), reconoce que una de sus principales reivindicaciones es dar visibilidad a un problema que causa tanto aislamiento social por los miedos que genera a los pacientes. “Muchas veces sólo vemos la parte física y no nos damos cuenta del daño psicológico y social que les causan un problema de disfunción intestinal. Debemos evitar que se abandonen los tratamientos por la falta de medios, además de implantar equipos interdisciplinares, formados para unificar criterios tanto en los hospitales como en los centros de salud”, asevera.

Por último, Mayte Gallego, presidenta de la Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas (Aspaym) ha puesto el foco en “la necesidad de poner sobre la mesa, una vez más, todos los mecanismos necesarios para incluir la irrigación transanal en la cartera de servicios para que tosas las personas tengamos las mismas oportunidades, vivamos en el territorio que vivamos”.

 

El Grupo IFE está conformado por:

  • ASPAYM (Asociación de Parapléjicos y Grandes Minusválidos Físicos)
  • PREDIF (Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física)
  • ASIA (Asociación para la Incontinencia Anal y urinaria)
  • CGE (Consejo General de Enfermería de España)
  • AECP (Asociación Española de Coloproctología)
  • AEU (Asociación Española de Urología)
  • SEP (Sociedad Española de Paraplejia)
  • SINUG (Sociedad Iberoamericana de Neurología y Uro Ginecología)
  • GUPE (Grupo de Urología Pediátrica)
  • ASELME (Asociación Española de Enfermería especializada en Lesión Medular)
  • SEECIR (Sociedad Española de Enfermería en Cirugía)
  • AEEU (Asociación Española de Enfermería en Urología)

Madrid, 7 de marzo de 2023.- El Día Internacional de la Mujer coincide con el patrón de la profesión, San Juan de Dios. Por ello, un colectivo mayoritariamente femenino como la enfermería se rebela contra el machismo que miles de enfermeras experimentan a diario en su puesto de trabajo, por el mero hecho de ser mujeres. En una nueva acción de visibilidad, amparada bajo el hashtag que se utiliza cada año #Enfermeras8M, el Consejo General de Enfermería lanzará mañana miércoles, en redes sociales, una campaña -tanto en formato imagen como en vídeo- con la que quieren dejar patente el lastre que supone el machismo para las enfermeras.

Para evidenciar este lastre, la campaña de este 2023 muestra a una enfermera durante su jornada laboral portando a la espalda una pesada mochila. Una mochila cargada de ladrillos en las que se pueden leer distintos hechos que impiden el avance de las enfermeras: mujer, profesión feminizada, conciliación, techos de cristal, estereotipos, resignación, invisibilidad y machismo.

Como explica Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta I del Consejo General de Enfermería, “el 8 de marzo las enfermeras recordamos un doble hecho, por un lado nuestro patrón, San Juan de Dios, con el que celebramos la entrega por los demás, la ayuda y el valor de nuestros cuidados como profesión; pero al ser un colectivo con un 85% de mujeres, por nuestra condición también conmemoramos nuestra lucha por la participación social, por la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad, y por nuestro desarrollo interno como persona. Esta doble condición nos obliga a posicionarnos, no sólo sobre la actividad profesional sino también sobre nuestra condición social, porque hablar de enfermería es hablar de mujer”.

Para la vicepresidenta del CGE “el 8M es un día para visibilizar y defender la situación de las mujeres, de las mujeres enfermeras, para eliminar los estereotipos de género, velar por su respeto y prestigio, y por la equidad de oportunidades sin discriminación en el ejercicio de la profesión, teniendo en cuenta la perspectiva de género”, hechos en los que incide la campaña de este año.

Como colectivo “hemos avanzado mucho, pero aún queda mucho camino por recorrer. El punto en el que se encontraba la profesión hace pocas décadas no tiene nada que ver con su reconocimiento actual en el sistema sanitario y la sociedad, es el ejemplo de que las mujeres pueden luchar por sus derechos. Es una lástima que algunas personas sigan teniendo un concepto muy alejado de la realidad de las enfermeras, considerándolas como una profesión supeditada a otra antiguamente ocupada por varones o que tengan que aguantar que se dirijan a ellas con falta de respeto y consideración”, explica Rodríguez Llanos.

Educación en igualdad

“Hay que cambiar mentalidades, hay que empezar desde la infancia, en la adolescencia, en la escuela, en la universidad, en todos los contextos tenemos que hablar de la igualdad de género en la sociedad en general y recordarles que el trabajo de la enfermería consiste en cuidar y curar a los pacientes, la familia y las comunidades”, subraya la vicepresidenta.

“Nuestra profesión requiere una alta cualificación, una formación académica de cuatro años y dos de especialidad contando en estos momentos con un gran número de profesionales de enfermería con grados de máster y doctorado; una carrera universitaria que requiere una exigente nota de corte para acceder a ella; excelentes profesionales que cuentan con un gran prestigio en el ámbito internacional”, añade Raquel Rodríguez. Pese a ello, la presencia de enfermeras en la toma de las grandes decisiones sanitarias sigue siendo meramente testimonial, fruto del techo de cristal que todavía supone ser mujer en muchos ámbitos, algo que es preciso cambiar.

A ello se suma el perpetuo estereotipo sexual vinculado a la profesión que, aunque cada vez en menor medida, se sigue viendo en fiestas, tiendas de disfraces, en publicidad, en series, películas o en los medios de comunicación. Su condición de mujeres les asocia otros lastres que impiden también su avance profesional, como la invisibilidad, los problemas de conciliación de la vida laboral y familiar, o directamente el machismo de la sociedad en la que vivimos que, en muchas ocasiones, les lleva a resignarse ante la situación.

Cambio de imagen

Durante todo el 8 de marzo, el Consejo General de Enfermería cambiará su logo de azul a morado para mostrar su compromiso con las mujeres y su lucha por la igualdad. Además, a lo largo de todo el día se difundirán creatividades en redes sociales y se animará a los usuarios a unirse a la iniciativa, para entre todos acabar con el machismo en la profesión a través del hashtag #enfermeras8M.

Madrid, 28 de febrero de 2023.- El nombramiento de una enfermera como directora general es conforme a derecho según ha ratificado en una sentencia el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que viene a ratificar la postura del Consejo General de Enfermería que defiende que por su experiencia y formación pueden ocupar altos cargos en la Administración.

En diciembre de 2021, la Consejería de Salud el Principado de Asturias nombró como directora general de Cuidados, Humanización y Atención Sociosanitaria a María Josefa Fernández Cañedo, enfermera de profesión. Decisión que fue recurrida por el Colegio de Médicos de Asturias por entender que, como enfermera, carecía de la formación y experiencia necesarias para el desempeño de su cargo, que, a su juicio, sólo podía ser ocupado por un graduado en Medicina.

Tal y como defendió la consejería de Salud en sus alegaciones, “en el caso que nos ocupa, un diplomado en Enfermería posee una formación universitaria acreditada en el ámbito sanitario y, simultáneamente, en su experiencia profesional puede ser un excelente gestor de un departamento administrativo”. Además, explican que las funciones de la dirección general de cuidados, “resultan de discutible encaje único en el perfil de un graduado en Medicina, siendo perfectamente asumibles por cualquier profesional del sector sanitario con independencia de su titulación”. Argumento que también defendió tanto el Consejo General de Enfermería, como el Colegio de Enfermería de Asturias, personados en la causa y que ahora el TSJ de Asturias ha ratificado.

Para el Tribunal, tal y como se describe en la estructura orgánica de la consejería, “se trata de funciones típicas de dirección, gestión y coordinación de servicios (…) sin que quepa extraer de su redacción que el mismo tenga que ser necesariamente ocupado por un licenciado en Medicina”. De hecho, el Tribunal destaca la “posición excluyente y con marcado tinte corporativista que plantea la demanda” del Colegio de Médicos.

Como ha destacado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, “estamos muy satisfechos con el fallo del Tribunal que viene a ratificar que lo que siempre hemos defendido, que es lícito que una enfermera ocupe altos cargos en las consejerías. Su formación y experiencia profesional así lo avalan, de acuerdo con la normativa existente y las decisiones judiciales que se van produciendo. Afortunadamente son cada vez más las enfermeras/os que ocupan altos cargos de gestión demostrando ampliamente sus competencias y buen hacer”.

Tal y como establece la sentencia, contra esta resolución se puede interponer recurso de casación, en el plazo de treinta días, para ser resuelto por la Sala de lo Contencioso- Administrativo del Tribunal Supremo si se denuncia infracción de legislación estatal o por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ de Asturias si lo es por legislación autonómica.

Página 4 de 4
Contenido revisado en Enero de 2025.
 © Consejo General de Enfermería 2025
Política de cookies

En cumplimiento del Reglamento (UE) 2016/679 General de Protección de Datos, CGE le informa del uso de cookies técnicas y analíticas, propias y de terceros, que tratan datos de conexión y/o del dispositivo, así como hábitos de navegación para mejorar nuestros servicios. Puede “rechazar cookies”, en cuyo caso, únicamente se instalarán las cookies técnicas necesarias para el funcionamiento de la página web. Puede obtener más información en nuestra Política de Cookies.