Para el OAT esta situación supone un grave problema sanitario para los países desarrollados. “Lograr una buena adherencia no es sólo bueno para la calidad de vida de los paciente sino también para el propio gasto sanitario”, explica Julio Sánchez Fierro, vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad. Para Sánchez Fierro no respetar los horarios de las tomas, los olvidos, las excusas de “hoy no me lo tomo porque por un día no pasa nada” o la falta de accesibilidad a una buena formación son algunos de los motivos por los que surge este problema. “Según los datos, los pacientes con patologías no dolorosas como la diabetes o la artrosis son los que más incumplen el tratamiento”, asegura Sánchez Fierro.
A diario los profesionales sanitarios se enfrentan a numerosos retos para conseguir que los pacientes sigan sus indicaciones. “Los profesionales enfermeros realizamos una atención continuada las 24 horas y en mucho casos significamos el primer punto de contacto para atender la salud de la población. Además, la actual legislación permite a los profesionales enfermeros participar en la prescripción de medicamentos. Por tanto, somos corresponsables en la Educación para la Salud de la población, para fomentar la adherencia a los tratamientos, desde el mismo momento de la prescripción”, explica José Luis Cobos, asesor del Consejo General de Enfermería y vocal del OAT.
Un objetivo de todos
“Las farmacias solas no pueden conseguirlo, necesitan ayuda del resto de profesionales. Es un reto de todos”, confirma Sánchez Fierro. Durante estas jornadas más de un centenar de profesionales sanitarios y de la administración compartieron sus experiencias, abordaron los nuevos retos a los que se enfrentan y conocieron las estrategias que desde diferentes Comunidades Autónomas se están llevando a cabo.
“Es curioso llegar a las casas durante la consulta domiciliaria y preguntar qué toman o qué tiene de medicación y ver un cajón repleto de todo tipo de fármacos… La adherencia es un compromiso de todos porque es uno de los problemas más acuciantes de nuestro sistema sanitario”, argumenta Carmen Valdés, especialista en medicina familiar y comunitaria de la Dirección Asistencial Norte Madrid y vocal del OAT.
“El papel de los profesionales de enfermería en la adherencia al tratamiento es fundamental, principalmente cuando el paciente tiene dificultad en la comprensión por su patología o por sus pluritratamientos. Somos aquellos profesionales que se pueden acercar a los pacientes y darles respuestas. El enfermero se convierte un poco en el gestor del autocuidado del paciente, y posibilita su adherencia”, comenta Joan Lluis Piqué, gerente de atención al ciudadano del Servicio Catalán de Salud.
Falta de información
Pero no toda la culpa la tiene el paciente. “Muchos dicen que no se enteran de lo que les decimos”, explica Pilar de Lucas, jefa de sección de Neumología en el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y vocal de OAT. Piqué asegura que “fallamos seguramente nosotros como profesionales para informar porque la adherencia del tratamiento tiene que partir de un acuerdo entre profesional y pacientes. El modelo paternalista falla porque los profesionales no estamos al lado del enfermo las 24 horas del día por tanto hay que saber transmitir al paciente información, conocimiento y responsabilidad sobre su salud. Son ellos los que tienen que asumir mediante este conocimiento la necesidad de adherirse al tratamiento”.
Hay diferentes formas de detectar si un paciente cumple o no el tratamiento: desde cuestionarios, mediante blíster individualizados, el desajuste entre prescripción y toma de medicamentos, y otros métodos más directos como son los análisis puntuales. “El papel de la enfermería en este aspecto es fundamental porque básicamente el paciente tiene más relación con nosotros. Si está hospitalizado por ejemplo, hay tres turnos de enfermería mientras que en medicina sólo hay uno”, argumenta Jesús Ignacio Hernández, estudiante de 4 curso de Enfermería. “Desde Atención Primaria les aconsejamos dosificar la medicación, guardarla en cajas de colores para saber qué día y a qué hora les toca, hacerles un seguimiento semanal o cada quince días para saber si realmente están siguiendo el tratamiento”, prosigue.
Información en el centro de salud
Durante las jornadas varios enfermeros trataron de dar información a la población de la adherencia al tratamiento. “Les hemos explicado cómo deben actuar y sobre todo qué hábitos de vida saludable tienen que seguir para evitar complicaciones”, relata Eduardo Vera Carretera, estudiante de 4º curso de enfermería de la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid.
“Debemos unificar las estrategias, dotar de más información y más apoyo a los pacientes, proporcionar herramientas informáticas que pueden servir de ayuda como la receta electrónica o la historia clínica única”, comenta Ana Miquel, gerente adjunta de Planificación y Calidad de la Atención Primaria de la Comunidad de Madrid.
Aunque existen estudios de la adherencia en determinadas patologías, los expertos reclaman que se elaboren estudios poblaciones generales a nivel nacional sobre este aspecto para saber qué falla y qué hay que cambiar, y sobre todo compartir información y ser transparentes para solucionar este problema que atañe al sistema sanitario.
Alicia Almendros