Equipo de Reanimación del Hospital La Fe

La música es terapia. Estimula cambios positivos en el estado de ánimo y el bienestar general de las personas, especialmente en aquellas que han pasado por un proceso clínico complicado, por ejemplo, tras una intervención quirúrgica o en los procesos postoperatorios. Unos sencillos acordes de guitarra acompañados de una buena voz es suficiente para despertar pequeños atisbos de felicidad y tranquilidad, incluso hasta llega a producir entusiasmo por la recuperación.

Precisamente, esta es la filosofía que sustenta el proyecto «Cuando la música cura». Un trabajo que se ha gestado en el servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital La Fe que, ha recibido el premio al mejor proyecto de humanización en adultos de 2022 en los premios Hospital Optimista. Por ello, han querido llevar este proyecto hasta el Colegio de Enfermería de Valencia (Coenv) para exponer a su junta, encabezada por la presidenta Laura Almudéver, que este proyecto supone una fórmula terapéutica en la que pacientes y familiares acompañen a los profesionales sanitarios con canciones -interpretadas por el músico Juan José Pérez- en el servicio de Reanimación.

El objetivo de este proyecto es que la unidad «sea lo más humana posible y, por ello, ofrecemos al paciente tanto los cuidados físicos y científicos, como los psicológicos que consideramos que son tan importantes como los primeros. Todos los que trabajamos en el sector sanitario tratamos a personas, no a enfermedades y abordamos los ámbitos físico, psíquico y emocional. En ese sentido, la música es la cura del alma. No te va a curar, pero sí que te va a aliviar, con una serie de emociones no tangibles porque no se pueden medir, aunque reduzca la frecuencia cardiaca o baje la tensión. La ciencia es limitada, las emociones no y la música aporta todo eso que la ciencia no consigue», cuenta Amparo Pérez, facultativa especialista en Anestesiología de la Unidad de Reanimación de La Fe.

El músico Juan José Pérez ensalza el galardón obtenido por este servicio del Hospital La Fe “porque cuando voy a otras unidades o servicios, en ninguno existe esta respuesta de los pacientes ni la implicación que muestran sus profesionales”. De hecho, insiste en que algunas personas ingresadas, “al principio son reticentes a cantar y, tras ver al resto de pacientes cómo se involucran, acaban por integrarse”.

Experiencias

Este sistema de introducir la música persigue que los pacientes olviden que se encuentran en un ambiente hostil y de soledad. Que tengan claro que son atendidos por profesionales, pero especialmente personas, de ahí que anímicamente mejoren muchísimo y se les note el cambio, tal y como indica Amparo, quien recuerda un matrimonio mayor que empezó a cogerse de la mano tras las sesiones musicales: “Como cónyuges, aseguraron que hacía tiempo que habían perdido el contacto y gracias a la música volvieron a sentirse más unidos”.

En algún caso las sanitarias de Reanimación han sido sorprendidas por músicos profesionales como un tenor que fue a visitar a su hijo ingresado y les deleitó con su amplio repertorio. Aunque, rememoran con tristeza el proceso más emotivo al que han tenido que enfrentarse. “Un chico que sufría ELA (esclerosis lateral amiotrófica) y decidió que el final de su vida fuese con nosotras. Fue curioso que pidió la canción “A mi manera” y lo hizo como una especie de colofón a su vida, como su última canción, para describir cómo quería marcharse de este mundo y que lo hacía por voluntad propia”, expone la enfermera Maricarmen Cuenca.

“Hemos detectado que la música ha ayudado a acelerar la mejoría del estado de los pacientes. Por ejemplo, a una chica que sufrió un problema cerebral empezamos a motivarla porque su madre nos contó que le gustaba el flamenco y la música clásica. Muchos días le poníamos flamenco –mientras yacía inerte—y comprobamos que empezó a mover un dedo del pie. Poco a poco fue moviendo los dedos de las manos y ahora toca un teclado», destaca la enfermera.

El proyecto “Cuando la música cura” se enmarca en el programa que fomenta de humanización de espacios y estancias sanitarias, “como una forma de ofrecer herramientas y habilidades necesarias para que profesionales y pacientes puedan hacer frente a la enfermedad, y la humanización es clave para la mejora y el bienestar”, afirman desde la organización del proyecto. Porque “humanizar en salud significa personalizar la atención, porque detrás de cada enfermedad hay una persona que está viviendo su experiencia de una manera determinada y tiene que incorporarlo en su vida”, concluyen.

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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