Curiosamente, en las personas con antecedentes de conmoción cerebral, se detecta una diferencia en la cantidad de placas cerebrales sólo en los que tienen problemas de memoria y pensamiento, no en aquellos que son cognitivamente normales", señala la autora del estudio Michelle Mielke, de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, Estados Unidos. Para el estudio, se realizaron escáneres cerebrales a ciudadanos del Condado de Olmsted en Minnesota, entre ellos 448 personas sin signos de problemas de memoria y 141 personas con problemas de memoria y de pensamiento conocido como deterioro cognitivo leve. A los participantes, todos ellos de 70 años o más, se les preguntó si alguna vez habían sufrido una lesión cerebral que implicara pérdida de la conciencia o la memoria.
Un 18% más alto
De las 448 personas que no presentaban ningún problema de pensamiento o memoria, el 17 por ciento informó de una lesión cerebral y el 18 por ciento de los 141 con dificultades de memoria y pensamiento habían sufrido una conmoción cerebral o traumatismo craneal. El estudio no encontró diferencias en las medidas del escáner cerebral entre las personas con problemas de memoria y deficiencias en el pensamiento si habían tenido o no un traumatismo craneal. Sin embargo, aquellas con dificultades de memoria y pensamiento y una historia de traumatismo en la cabeza registraban niveles de placas amiloides, un promedio de un 18 por ciento más altos que aquellos sin ningún episodio de trauma.
"Nuestros resultados añaden datos a la idea de que la conmoción cerebral y la enfermedad de Alzheimer pueden estar relacionadas", afirma Mielke. "Sin embargo, el hecho de que no encontremos una vinculación en los que no tienen problemas de memoria y de pensamiento sugiere que cualquier asociación entre el trauma en la cabeza y amiloide es compleja", agrega.
Europa Press