“Para el estudio hemos partido de la ecografía habitual que se realiza en el tercer trimestre y hemos tenido en cuenta variables como el tabaco consumido en dicho trimestre, la edad gestacional, la altura uterina y el índice de ferritina sérica también en el tercer trimestre”, explica Vila.
La importancia del nuevo modelo radica en que el peso proyectado a las 40 semanas calculado en la ecografía del tercer trimestre sobreestima el peso al nacer en unos 300 gramos, lo que supone un error medio de un 10,75%. En cambio, en el nuevo modelo solo existe un error medio del 0,54%. “De esta manera infravalora el peso al nacer en 0,07 gramos y mejora la precisión del que ofrece únicamente la ecografía en un 10,48%”, resalta Vila.
Efectos del tabaco
En el estudio, en el que han participado 140 gestantes, se ha demostrado, además, que por cada cigarro al día que fume la madre el bebé reduce su peso al nacer en 20 gramos. Si una madre fuma entre cinco y diez cigarrillos al día a partir de las 25 semanas el niño puede ver reducido su peso al nacer entre 100 y 200 gramos.
El trabajo de Rafael Vila, que además es matrón del Departamento de Salud de La Ribera y presta sus servicios en el Centro de Salud Integrada de Carlet y en el Hospital de la Ribera de Alzira, demuestra que si una madre fumadora deja de hacerlo durante el primer o segundo trimestre al feto no llega a afectarle la reducción de peso. “Las madres deben ser conscientes de los efectos del tabaco durante la gestación, especialmente al final del embarazo”, asegura Vila.
Aunque de momento el modelo sólo se ha utilizado para la tesis, Vila reconoce que el estudio de investigación sigue en marcha, “necesitamos incluir a mujeres de características atípicas para que podamos contrastar los datos, ya que para poder aplicarlo de forma práctica en todo el departamento necesitamos un tamaño de muestra mayor. Así que seguiremos trabajando”, finaliza.
Alicia Almendros