Para el asesor del Consejo General de Enfermería esta circunstancia se explica porque “tras el periodo vacacional de verano se han frenado las cifras de adscritos en las oficinas del SEPE”. Aun así, recuerda que se trata de cifras oficiales. “Estamos convencidos de que aún hay muchos profesionales no registrados en las oficinas del SEPE y también se ha producido un proceso migratorio hacia el extranjero. No obstante –añade– este último aspecto está pendiente de analizar en profundidad, ya que no tenemos cifras reales del número de profesionales que se ha marchado al extranjero”.
Si observamos el gráfico inferior, resulta evidente el claro ascenso que ha sufrido el desempleo en la profesión en los últimos años. Así, si en 2010 el mayor número de enfermeros en las listas del SEPE llegaba a los 9.257, cuatro años después esa cifra se ha incrementado en un 209%, hasta los 19.639, con lo que cada año ha sido mucho peor que el anterior. Afortunadamente, señala Cobos, “parece que se ha producido un freno en los despidos masivos de enfermeras en toda España, respecto a la tendencia que veníamos observando en los últimos años, con aumentos brutales de desempleo”.
Enfermeros vs. médicos
En un sistema sanitario como el nuestro, excesivamente medicalizado, el paro está afectando en mucha mayor medida a la enfermería. Así, mientras la tasa de paro enfermero se ha llegado a situar en el 7,97%, la de los médicos no ha llegado ni al 2% (1,91%) del total de profesionales en activo. Para Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería, “los datos de paro demuestran claramente que, en el ámbito sanitario, los que están pagando la crisis son los enfermeros, con hasta casi 6 compañeros desempleados por cada médico”.
Una parada con “suerte”
María de las Mercedes Jiménez Peña es una de las enfermeras que actualmente está en las listas del SEPE. Finalizó la carrera en 2008 y cinco años después considera que, en su caso, ha tenido suerte, pues ha trabajado la mitad de ese tiempo, sobre todo en suplencias de verano, semana santa y navidad, y casi siempre en la sanidad pública, “pero porque me he movido mucho, he trabajado en Madrid, Tenerife y Sevilla”. Para esta enfermera sevillana, “los que ahora terminan la carrera lo van a tener mucho peor. Cuando yo terminé la carrera, en Madrid, que fue donde empecé a trabajar, no había bolsa, te cogían directamente, ahora, si no tienes puntos es imposible trabajar. Los que terminan este año sólo podrán irse fuera a trabajar”. En su caso, incluso renunció a un contrato indefinido en Tenerife por seguir acumulando puntos en las distintas bolsas de empleo público.
A su juicio, “lo peor es vivir con la incertidumbre permanente, porque nunca sabes de dónde te van a llamar, ni a qué hora, ni dónde vas a trabajar, o por cuánto tiempo”. Para ella, de momento, la espera se ha terminado, el próximo día 1 empieza un nuevo trabajo, supliendo una reducción de jornada en el hospital de Cantoblanco (Madrid), aunque todavía no sabe en qué servicio trabajará o cuánto le durará esta vez el contrato.
Gema Romero