La presidenta del Colegio de Enfermería, Rocío Cardeñoso, ha manifestado su satisfacción por conseguir sacar a la luz el protocolo aunque ha asegurado que se trata de “un texto que debe ser vivo y objeto de evaluación continua por parte de los profesionales”. Cardeñoso ha destacado que el objetivo del plan debe ser potenciar la prevención en estos aspectos y difundir las consecuencias que pueden tener las agresiones verbales y físicas a los profesionales sanitarios.
El Servicio Cántabro de Salud registró el pasado año un total de 88 incidentes violentos hacia el personal sanitario (principalmente enfermeros y médicos), lo que supone un descenso del 20 por ciento respecto a los ocurridos en 2012 (que alcanzaron los 110).
Del total de agresiones, el 91% fueron verbales (80 amenazas e insultos), mientras que el resto (8) fueron físicas y se registraron en el ámbito hospitalario, sobre todo entre enfermeros y médicos, colectivos que encabezan las agresiones denunciadas por el personal sanitario en 2013 con un 44,5% (37) y un 30% (25), respectivamente. Tras ellos, se encuentran los auxiliares de enfermería, que padecieron 20 agresiones (14%), y los celadores y otros trabajadores, con cinco (2,4%).
El 41% de estos incidentes (37) se produjeron en Atención Primaria, el 26,3% (26) en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, el 15% (13) en el hospital de Laredo y el 14% (12) en el de Sierrallana.
En cuanto a las ocho agresiones físicas registradas, cuatro se produjeron en Urgencias, tres en Hospitalización y una en consultas y tuvieron lugar en los hospitales de Valdecilla (5), Sierrallana (2) y Laredo (1). Además, cinco de estas ocho agresiones las sufrieron enfermeros y auxiliares.
Colegio de Enfermería de Cantabria