Los investigadores seleccionaron a 207 embarazadas a las cuales les midieron los niveles de vitamina D en el segundo y tercer trimestre de gestación. Posteriormente, examinaron los dientes de 135 de los hijos cuando tenían una media de 16 meses de edad. De esta forma comprobaron que las madres de los bebés que finalmente tuvieron caries tenían los niveles de vitamina D significativamente más bajos que los de aquellos cuyos niveles eran normales. Asímismo, también observaron defectos en el esmalte de los dientes.
Por todo ello, los expertos han asegurado que la mejora de la nutrición durante la formación de los dientes, y en la primera infancia, podría reducir el riesgo de caries.
En este sentido, han destacado la necesidad de que la prevención comience durante el embarazo, ya sea mediante la mejora de la ingesta de la dieta o la suplementación de vitamina D.
Europa Press