Las cifras las ha presentado Rafael Gálvez, jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, de Granada, durante la presentación de un consenso para el manejo del DN periférico en Atención Primaria. Bajo el paraguas del Grupo de Trabajo de DN de la SED, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) se han encargado de lanzar, en territorio español, una guía de práctica clínica sobre dolor DN periférico.
“La importante prevalencia de este tipo de dolor, el enorme sufrimiento que genera a quienes lo padecen y la aparición de una serie de nuevos fármacos, justifica la actualización de un consenso que tiene como principal protagonista al médico de Atención Primaria”, ha apuntado Gálvez. A partir de aquí, “son subsidiarios de derivación a una unidad del dolor los cuadros clínicos resistentes en pacientes pluripatológicos, polimedicados o que precisen altas dosis de opioides”. En algunos de estos casos “están indicadas determinadas técnicas analgésicas novedosas, como ciertos bloqueos nerviosos, la radiofrecuencia o la estimulación nerviosa, tanto periférica como medular”, afirma. “Para aplicar el tratamiento analgésico más adecuado, es clave una correcta identificación y diagnóstico del DN en Atención Primaria”.
Estudio del Grupo de Trabajo de DN
Según la doctora Inmaculada Failde, directora del Observatorio del Dolor, de la Cátedra Externa del Dolor de la Fundación Grünenthal y la Universidad de Cádiz, el DN “es difícil de tratar y produce gran insatisfacción tanto en pacientes como en profesionales sanitarios”. Además, “tiene unas connotaciones especiales en lo relativo a la heterogeneidad de las causas que lo producen, sus consecuencias devastadoras y la diferente respuesta terapéutica de quienes lo padecen, lo que hace que su conocimiento clínico y epidemiológico sea especialmente complejo”, explica. En respuesta a esto, el Grupo de Trabajo de DN de la SED ha llevado a cabo un estudio (publicado recientemente en la revista European Journal of Pain) para conocer la realidad de este problema sanitario y las características de la población que lo sufre.
Según este trabajo, que se ha llevado a cabo bajo un protocolo común en la práctica clínica habitual, el 29% de los pacientes atendidos en las unidades de dolor sufren DN definitivo. Por su parte, “la gradación de DN probable y posible afecta al 14% y al 4,5% de esa población respectivamente, siendo estos sujetos los que pasarían desapercibidos en los test y pruebas diagnósticas habituales”, señala la experta. En el estudio “también se ha observado que las personas con DN tienen considerablemente afectada tanto su salud física como mental”. En el 50% de los casos se padecían otras patologías asociadas, como depresión, ansiedad y/o alteraciones del sueño. “Todo esto, unido al hecho de que la frecuencia de este tipo de dolor aumenta con la edad, hace que nos encontremos ante un problema de gran magnitud que va a ir en aumento en los próximos años”.
Redacción