Momentos difíciles para la enfermería deportiva

El planeta entero pone sus ojos en el Mundial de Brasil en un momento en que los enfermeros de los clubes de fútbol intentan recuperar el terreno perdido

Hubo un tiempo en que el enfermero de un equipo de fútbol era una figura clave en la dinámica del grupo y un profesional cercano a los jugadores. Hoy, en el fútbol de estrellas, millones, pasión y locura colectiva los enfermeros también tienen su rol en los equipos de la élite y en las se-lecciones que van a competir para quitarle a España el cetro de campeón en Brasil. Sin embargo, los profesionales que trabajan en el ámbito del deporte contemplan con preocupación el futuro de esta parcela de la enfermería. Las razones son variadas, como una ausencia de formación en el Grado, un protagonismo creciente de los fisioterapeutas y un escaso reconocimien-
to mediático, en un mundo muy mediático.

Carlos Martínez, presidente de la Asociación Española de Enfermería Deportiva (AEED), y quien estuvo casi tres décadas al frente de la enfermería del Real Madrid cree que “antes de los años 90, el enfermero era una figura clave por su polivalencia forjada en su trabajo en un hospital. Sin embargo, a pesar de que algunos apostábamos por equipos mulidisciplinares —que incluyeran a podólogos y “fisios”— estos últimos decidieron ‘independizarse’. Somos profesionales con una raíz común y al final hay quien se enzarza en polémicas sobre quién debe hacer un vendaje y quién dar unos puntos”. Pero la consecuencia ha sido que los clubes de fútbol se alarmaron y llegaron a relegar a los enfermeros a un segundo plano hasta dejar la profesión al borde de la extinción.

La salud deportiva va mucho más allá que la atención a los futbolistas profesionales. Miles de aficionados de todas las edades juegan al balompié con frecuencia en polideportivos y campos municipales, cada fin de semana. Ellos también sufren golpes, cortes y están expuestos a sufrir una parada cardiorrespiratoria. Sin embargo, igual que un socorrista en las piscinas,  también debería haber un enfermero en estas instalaciones. 

La enfermería en el seno del deporte tiene unas funciones mucho más variadas que las inherentes a la labor asistencial. El Consejo General de Enfermería defiende que “la Salud Deportiva ha de ser entendida como un concepto amplio que implica aspectos físicos. psíquicos y sociales, antes, durante y después de la actividad física y deportiva de cualquier modalidad y nivel competitivo, que deben conducir al bienestar y a la ausencia de dolencias”.

Polideportivos

La función del enfermero que trabajan en el ámbito del deporte pasa por hacer promoción de la salud y también por prevenir las enfermedades y riesgos consecuentes a la práctica de deportes. Además, lógicamente, su intervención se hace necesaria en el tratamiento de emergencias relacionadas con esta práctica. Martínez recuerda que “en los casos en los ue ha peligrado la vida de un futbolista, muchos se han salvado porque en el campo había un enfermero.

Hay aspectos de la enferme-ría deportiva donde sí se ha logrado un avance importan-te. Gracias al esfuerzo de la Asociación Española de En-fermería Deportiva (AEED) con el apoyo del Consejo General de Enfermería. “Conseguimos que la figura del agente antidopaje estuviera abierta a la enfermería. A fin de cuentas se ajusta mucho más a ese perfil. Ha sido una batalla ganada hace 5 o 6 años tras una larga pelea. Aun así, podemos ser agente oficial, pero el jefe de grupo ha de ser siempre un médico. Es absurdo. La proporción es de 200 o 300 médicos y apenas 30 o 40 enfermeros”, concluye Martínez.

Salvador Hellín, responsable de Enfermería y Fisioterapia del FC Barcelona: “En el Barça exigimos la doble titulación, Enfermería y Fisioterapia”

salvador_hellin.jpgEs el número dos de los servicios médicos del Fútbol Club Barcelona y lleva tres décadas viendo cómo una pequeña estructura de profesionales sanitarios se convertía en un servicio que está entre los mejores del mundo. “Además, todo el mundo piensa en el fútbol o el baloncesto cuando hablas del Barça, pero tenemos 12 secciones deportivas, hasta atletismo. Yo de hecho, era jugador de la sección de rugby y me llamaron como enfermero tras una situación de sobrecarga de trabajo puntual tras la lesión de un jugador importante. Yo era un hombre de hospital, del San Juan de Dios, pero me ficharon porque tenía formación en administración sanitaria. Querían hacer un servicio médico de élite. Cuando me incorporé sólo había una enfermera de empresa”.

Por una parte, Hellín reconoce que los fisioterapeutas han ocupado una parcela que la enfermería no ha sabido mantener, de manera que parece que la figura del “fisio” es clave en cualquier modalidad deportiva. Sin embargo, la filosofía que él mismo instauró en aquel equipo sanitario, que se formó de la nada, fue la de aunar ambas profesiones en la misma persona. “Aquí todos tenemos la doble titulación, Enfermería y Fisioterapia. Si eres enfermero, tendrás que estudiar la otra carrera y viceversa.  El club costea los estudios y pone todo tipo de facilidades”. De hecho, Hellín compagina ambas facetas también, aunque prevalece el perfil enfermero. “Simplemente hay que tener claro dónde empieza y acaba una profesión”. Fisioterapia y enfermería tienen un pasado común y la LOPS defiende la colaboración entre profesionales sanitarios y la existencia de espacios compartidos.

A su cargo están decenas de profesionales sanitarios, tanto en los equipos como en el es-tadio los días de partido. “En un estadio de 98.000 espectadores contamos con un nutrido grupo de enfermeras —son casi todo mujeres— expertas en urgencias y emergencias”, concluye el polifacético enfermero deportivo que, además, ha estado presente en dos juegos olímpicos. 

Sergio Moreno, enfermero del Real Madrid: “Los jugadores reconocen, con el tiempo, el valor de tus consejos”

sergio_moreno.jpgEste enfermero segoviano lleva 15 años trabajando con la fructífera cantera del Real Madrid. Por sus manos han pasado internacionales como Mata y actuales promesas del primer equipo como Jesé o Nacho, entre una larga lista de talentos. “En el Real Madrid trabajan más de 25 enfermeros entre la sección de fútbol y la de baloncesto. Aquí tenemos muy claro el papel del enfermero y del fisioterapeuta. El primero trabaja a pie de campo, atendiendo posibles traumatismos, cortes, pérdidas de conocimiento y otras lesiones. El “fisio” está en el centro de recuperación, tratando esas fibras que se han roto o ese esguince de tobillo o rodilla que ha provocado una distensión de ligamentos. Podemos convivir”.

A lo largo de estos años, Moreno se ha enfrentado a situaciones complicadas como “tener que atender a dos jugadores a la vez estando yo solo, uno inconsciente y otro con un corte importante en la barbilla, pero he tenido síncopes, hipoglucemias en jugadores diabéticos, fracturas abiertas, heridas en cara y brazos…”. Los jugadores profesionales, con el tiempo, “reconocen lo importante que eran esos consejos que les daban y los aplican. Cuidarse es fundamental para llegar a la élite, aunque tras la retirada muchos tienen el cuerpo muy machacado y presentan problemas en músculos y articulaciones”.

Cuando trabajas con la cantera, la enfermería va más allá de las funciones propias de la profesión. “Con alevines y benjamines eres como un padre o cuidador, les enseñas disciplina, a comer, a estar sentados en la mesa, incluso les atas las botas. Un poco más mayores actúas también como un psicólogo, ves un chico que dice que tiene una lumbalgia, pero en realidad está sano, pero echa de menos a los padres porque viven en otra ciudad. El jefe de todo es el entrenador y hay que informarle de estas cosas. Ya cuando son profesionales si que te centras más en los actos sanitarios”, concluye Moreno.

Juan Antonio Martorell, ex enfermero del R.C.D. Mallorca: “No entiendo que no incluyan enfermería deportiva en el Grado”

juan_antonio_martorell.jpgEn marzo de 2005, un violento choque entre el jugador del Sevilla, Javi Navarro, y el internacional venezolano Juan Arango, del Mallorca, pudo pasar a engrosar la lista de tragedias sobre el césped de la historia del fútbol. Si este enfermero de 45 años no hubiera estado en el banquillo para atender a la víctima de la agresión, el jugador del Mallorca, el traumatismo craneoencefálico, la consiguiente conmoción e intensa hemorragia podrían haber tenido consecuencias dramáticas. Juan Antonio Martorell ha tenido la suerte de vivir los mejores años en la historia del club balear, títulos incluidos, y de paso hacer dos incursiones con dos tenistas de su tierra de talla mundial. Como enfermero de Carlos Moyá ganó la Copa Davis y más tarde trabajaría con el actual número uno —entonces número dos— del deporte de la raqueta, el gran Rafa Nadal. 

Se formó en Estados Unidos, con una formación específica para trabajar con deportistas llamada Athletic Trainer Certificate. “Aquí sin embargo, hay un desinterés en las escuelas universitarias de Enfermería. En el Grado hay cero horas de enfermería deportiva y, sin embargo, estamos todo el día hablando de promover la salud. Nuestra formación acaba siendo autodidacta. Por supuesto, una especialidad de enfermería deportiva ni se plantea. Acabas la carrera y miras a la Atención Primaria o a la hospitalaria y se pierde de vista lo que es el tema de la enfermería deportiva. Puede que no haya un relevo generacional en este campo. Los equipos contratarán fisioterapeutas y masajistas, que es más barato”, explica Martorell.

Y el problema es que, según este enfermero, “hay instalaciones deportivas donde se están jugando decenas de partidos cada fin de semana y la enfermería, sin un profesional que esté allí por si pasa algo, acaba siendo un cuarto para guardar balones. Se producen traumatismos, cortes y situaciones como la que vivimos con Arango y no hay nadie para atender al deportista”. 

“A nivel internacional, las referencias de la enfermería deportiva —añade— son países como Estados Unidos, Japón, Francia o Alemania. Pero en España somos buenos, sobre todo porque no nos bloqueamos ante, por ejemplo, la falta de material. Improvisamos  y damos solución al problema”.

 

David Ruipérez

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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