Francisco José empezó a ejercer en el año 1979. Desde 1998 trabaja en la Unidad de Urodinámica y Reeducación de Suelo Pélvico en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, con un interés permanente en formarse e informarse con todo lo que está en relación a este problema que afecta en su mayoría a mujeres.
Milla explica que propuso a los fisioterapeutas colaborar para desarrollar un método de trabajo conjunto, pero tras la negativa de estos profesionales, él continuó con su estudio y tras cinco años surgieron enfrentamientos al pensar que la enfermería se estaba metiendo en el campo de actuación de esta otra disciplina sanitaria.
“En la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) en el artículo 7.2 se indica que corresponde al diplomado en Enfermería la dirección, prestación y cuidados de la enfermedad y discapacidad y a partir de ahí empecé a desarrollar un manual de competencias enfermeras en incontinencia y disfunciones de suelo pélvico, no sólo en lo que se refiere a la urinaria. sino también a la fecal y gaseosa”, explica Milla.
En base al trabajo que este enfermero realiza a diario y las herramientas que utiliza, desarrolló un manual de procedimientos de Cuidados de Enfermería que ha sido recientemente aprobado, tras su evaluación, por el Consejo General, como organismo regulador de la profesión y que por tanto disipa cualquier duda sobre las competencias enfermeras en la recuperación del suelo pélvico de los pacientes.
Acreditación de Calidad Nivel Excelente por el SAS
Francisco José Milla cuenta con la acreditación de Calidad Nivel Excelente, que el SAS le otorgó en 2008 como referente en su ámbito de trabajo. Además, es evaluador externo de la Agencia de Calidad Sanitaria de la Junta de Andalucía desde 2009. Actualmente es responsable de la Unidad de Urodinámica y Reeducación de Suelo Pélvico del Hospital Quirón de Málaga.
En su currículum no sólo cuenta con la parte clínica, sino que Milla también ha apostado por la científica con la publicación de artículos en la revista ENFURO, en su mayoría, sobre la Reeducación vesical y Enfermería, Protocolos en la incontinencia urinaria o la Electroestimulación percutánea del nervio tibial posterior y el procedimiento enfermero. Además, ha asistido como ponente a Congresos, Simposios y talleres de diferentes centros y ciudades, así como ha formado a enfermeras que han rotado por su unidad.
Por su consulta pasan cerca de 300 pacientes al año. “Cada vez son más jóvenes y en muchos casos la incontinencia urinaria afecta a sus relaciones sexuales y personales, ya que a veces es tal el problema que no pueden salir a la calle o permanecer tranquilas en una reunión”. Refiere con convicción: “La incontinencia no duele, no mata, pero destroza la vida social de quien la padece”.
Considerada enfermedad por la "repercusión en la calidad de vida"
Desde 1998 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la incontinencia urinaria como enfermedad por “su repercusión en la calidad de vida, su frecuencia y aceptación psicosocial”. Afecta a más de 50 millones de personas y en España al 6,25% de la población. Incide mayoritariamente en el sexo femenino en proporción 3 a 1 y la padecen entre el 15% y el 20% de mujeres en edad laboral y el 40%, mayores de 65 años.
Se trata de una enfermedad que ha ido en aumento, en lo que se refiere al número de personas afectadas, debido al “abandono del tabú que suponía y que padecerla era intrínseco y asumido como algo normal, porque su madre, su amiga o su vecina también la padecían. Con el tiempo ese silencio se ha tornado en demanda: muchos de quienes la padecen llaman a la puerta del sistema sanitario y piden una solución”, afirma Milla.
“Tras el estudio urodinámico se diagnostica la tipología de la incontinencia: si es de urgencia o de esfuerzo, y en función de ello se establecen unas pautas de tratamiento farmacológico y se empieza a trabajar con el apoyo del equipo multidisciplinar. Francisco José asegura que los resultados dependen en gran medida de la “motivación del paciente y su seguridad” y es ahí donde la Enfermería juega un papel fundamental, porque no solo se trata de dar una tabla de ejercicios y una medicación.
Milla reconoce que se ha avanzado, pero “el Sistema Público debería apostar más, ya que en Málaga solo existe una Unidad en el Hospital Virgen de la Victoria que incluso es referente a nivel nacional, pero no sucede como en los países nórdicos e Inglaterra, donde se trata de una especialidad, la Uroterapia, con una formación específica”.
Resultados muy positivos
Este enfermero experto desaconseja los deportes de salto e impacto y recomienda ir al baño dos o tres veces la mañana y otras tantas la tarde. “No es adecuado acudir continuamente porque entonces la vejiga no se acostumbra a retener líquidos”, aclara, y añade que siempre una dieta sana y un peso adecuado son fundamentales, “ya que una persona obesa tiene más posibilidades de desarrollar incontinencia urinaria”.
Por su consulta han pasado muchos casos, algunos testimonios los expone como ejemplos en los congresos a los que acude, porque clarifican cómo les cambia la vida a quienes padecen esta enfermedad y cómo recobran la normalidad después de unos meses en los que se consigue eliminar por completo la incontinencia urinaria, fecal o gaseosa gracias al trabajo con los profesionales.
Victoria Contreras Blancas
(Colegio Enfermería Málaga)