Precisamente, este jueves se celebró el Día Mundial para la prevención de este problema de salud, que afecta a un número importante de personas y que conlleva un alto coste sanitario, económico y social. Sin embargo, las UPP se pueden evitar en un 95 por ciento de los casos con cuidados preventivos.
Las úlceras por presión son áreas de piel lesionada por permanecer en una misma posición durante demasiado tiempo. Comúnmente se forman donde los huesos están más cerca de la piel, como los tobillos, los talones y las caderas. El riesgo es mayor si se está recluido en una cama, se utiliza una silla de ruedas o no se puede cambiar de posición. Por ello, los colectivos más afectados son los ancianos, personas encamadas o con movilidad reducida y neonatos.
En España, según ha informado el Gobierno foral a través de un comunicado, se estima que más de 90.000 personas sufren al menos una úlcera al día. Las lesiones pueden causar infecciones graves, algunas de las cuales pueden requerir ingresos hospitalarios e incluso poner la vida en peligro. En cualquier caso, afectan directamente a la calidad de vida del enfermo.
Además, originan un importante gasto sanitario. Según estudios realizados, el coste de una úlcera por presión aumenta sustancialmente en razón directa con la severidad del problema. Así, el tratamiento de una úlcera en estado inicial (grado I) se estima en 24 euros, mientras que las de grado IV, que ya requieren hospitalización, tienen un coste de 6.802 euros.
El presupuesto estimado en España para el tratamiento de este problema asciende a 461 millones de euros anuales, cerca de un 5 por ciento del gasto sanitario anual.
GRUPO DE TRABAJO EN NAVARRA
Con el fin de paliar este problema de salud, la Dirección de Atención Primaria del SNS, respondiendo a la iniciativa y demanda de los profesionales de Enfermería, ha promovido un grupo de trabajo representativo de los Equipos de Atención Primaria (EAP) de Navarra.
El grupo inicialmente analizará la situación actual para conocer su impacto en Navarra, con el fin de identificar áreas de mejora, planificar las intervenciones más apropiadas y promover la investigación en este ámbito.
Posteriormente, elaborará documentos que unifiquen los criterios de atención con indicadores de evaluación de resultados dentro de la mejora continua de la cartera de servicios enfermeros.