Sus hallazgos, publicados en la revista Diabetes, sugieren que, debido a la capacidad de la grasa parda para regular mejor el azúcar en la sangre, esto podría ser una potencial arma médica contra la diabetes. Según los científicos, estos resultados apoyan la idea de que el tejido adiposo marrón puede funcionar como un tejido antiobesidad y antidiabético en los seres humanos.
"Hemos demostrado que la exposición al frío leve aumenta el gasto de energía de todo el cuerpo, incrementando la eliminación de la glucosa de la sangre y mejorando la sensibilidad a la insulina en los hombres que tienen cantidades significativas de depósitos de tejido adiposo marrón", señala el profesor de Medicina Interna de la División de Geriatría de UTMB Labros Sidossis.
Las personas tienen dos tipos de tejido graso en el cuerpo: el tejido adiposo blanco, ampliamente conocido y denostado, y el tejido adiposo marrón, menos conocido. Uno de los muchos efectos nocivos para la salud del exceso de tejido adiposo blanco es que disminuye la sensibilidad a la insulina, que es un importante contribuyente a la diabetes, mientras que la grasa parda tiene varias cualidades saludables, como la protección contra la obesidad y la diabetes.
En su trabajo, Sidossis y sus colegas compararon a hombres parecidos sanos con niveles altos o bajos de tejido adiposo marrón en cuanto a su gasto energético en reposo, uso de la glucosa y sensibilidad a la insulina. Se puso a estos participantes bajo condiciones normales de temperatura o se les expuso a temperaturas ligeramente frías entre cinco a ocho horas.
A lo largo del periodo de exposición a bajas temperaturas o normales, el equipo llevó a cabo un amplio análisis de diversas muestras corporales: de sangre y de aliento para observar los cambios en la glucosa y las concentraciones de insulina, los cambios hormonales, el consumo de oxígeno del cuerpo entero y las tasas de producción de dióxido de carbono. También se tomaron muestras de tejido de grasa marrón y blanca para analizar las diferencias en la producción de energía celular y la expresión génica.
"En este estudio se muestra que cuando se activa, a través de la exposición al frío leve, el tejido adiposo marrón puede aumentar el gasto de energía y quemar calorías. Estas son buenas noticias para las personas con sobrepeso y obesidad", resume Sidossis. "De mayor significado clínico puede ser el hallazgo de que la grasa parda puede ayudar al cuerpo a regular el azúcar en la sangre con más eficacia, lo que supone una gran noticia para las personas con resistencia a la insulina y diabetes, y sugiere que la grasa parda puede llegar a ser un importante tejido antidiabético", concluye.
Europa Press