Según explican los investigadores en un trabajo que publica esta semana la revista 'Science', hasta ahora lo que se sabía era que el virus se había transmitido de monos a humanos al menos en 13 ocasiones, pero solo en uno de esos contagios había dado lugar a la pandemia humana que hasta el momento ha provocado cerca de 75 millones de casos.
En este sentido, el investigador vigués David Posada, único español que ha participado en este estudio, ha explicado la investigación aplicó modelos evolutivos "muy sofisticados" de filogeografía estadística a un conjunto de secuencias genéticas de la envoltura del grupo principal del VIH-1, el grupo M.
Así, se analizaron 800 muestras procedentes de África Central, recuperadas de clínicas y hospital, la más antigua, de1959. A partir del estudio de esas muestras, se pudo reconstruir el modo y el tiempo de la expansión geográfica de la enfermedad, y se dató la aparición de la pandemia en 1920, en la República Democrática del Congo (antigua colonia belga).
La "tormenta perfecta" de coincidencias
El análisis sugiere que, entre los años 1920 y 1950, se produjo una especie de "tormenta perfecta" de coincidencias en este país africano mientras era colonia belga, con el crecimiento urbanístico, un aumento de las conexiones ferroviarias y cambios en la prostitución, que propiciaron que el virus se expandiera.
"Hasta ahora la mayoría de estudios han optado por un enfoque poco sistemático de la historia genética del VIH, analizando de forma individual genomas del VIH de diferentes lugares", según ha reconocido el profesor Oliver Pybus, del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford y autor principal del artículo.
Sin embargo, en este trabajo se han analizado "por primera vez" todas las pruebas disponibles utilizando técnicas filogeográficas de última generación que han permitido estimar estadísticamente de dónde viene el virus, lo que, según Pybus, "permite asegurar con un alto grado de certeza dónde y cuándo se originó la pandemia del VIH".
Uno de los factores que los autores creen que pudo ser clave para el origen de la pandemia del VIH fue la expansión de la red de transportes en el Congo, en especial el ferrocarril, que hizo que Kinshasa se convirtiera en una de las ciudades mejor conectadas de todo África central.
De hecho, según ha explicado Nuno Faria, también autor de la investigación, hay archivos coloniales que relatan como a finales de los años 40 la ciudad recibía más de un millón de viajeros cada año gracias al tren.
Unos datos que coinciden con los análisis genéticos que demostraron cómo el virus se difundió rápidamente por el país, que en esa época ya tenía conectada la capital por vía férrea con las ciudades de Mbuji-Mayi y Lubumbashi, en el extremo sur, y Kisangani, en el norte.
La independencia contribuyó a su expansión
Además, los cambios sociales que se produjeron tras la independencia en 1960 ayudaron a que el virus dejara de infectar a pequeños grupos y comenzara a propagarse a otros países limítrofes y, finalmente, a nivel mundial.
En este sentido, apunta el estudio que a partir de la década de los sesenta se produce un salto y las infecciones se multiplican, llegando a triplicarse el número de afectados. Las pruebas estudiadas sugieren que ese cambio estuvo vinculado con cambios de comportamiento en el comercio sexual, así como con campañas de salud pública para el tratamiento de ETS, con prácticas como uso de jeringuillas sin esterilizar.
Por otra parte, estos descubrimientos también permiten descartar por completo otra teoría que, no obstante, ya se consideraba errónea. Se trata de la tesis de que el VIH se expandió en la década de los 60, a través de las vacunas contra la polio empleadas por médicos belgas y que contenían células hepáticas de chimpancés.
Del mismo modo, y aunque estudios previos habían sugerido que el crecimiento demográfico o las diferencias genéticas entre el grupo M del VIH y otras cepas podrían haber sido factores importantes en el origen de la pandemia, estos investigadores creen que otro factor clave podría ser cambios en el comportamiento de las personas dedicadas a la prostitución.
"Después de detectar el origen animal de la transmisión del virus a humanos, solo había una pequeña ventana durante la época colonial para que esta particular cepa se expandiera, y creemos que el ferrocarril pudo contribuir a que el virus se propagara hasta otros lugares", ha reconocido Pybus.
No obstante, los investigadores creen que se necesitan más estudios para poder entender mejor el papel que jugaron otros factores sociales en los orígenes de la pandemia y en que ésta se propagara tan rápido, como su relación con la hepatitis C y el uso de agujas no esterilizadas.
Europa Press