“Los cribados son todas aquellas actividades orientadas a la identificar a las personas con mayor riesgo de padecer la enfermedad, la detección precoz de la misma, su diagnóstico y tratamiento temprano que se ofrecen activamente al conjunto de la población susceptible de padecer la enfermedad, aunque no tengan síntomas ni hayan demandado ayuda sanitaria. Es imprescindible que la población conozca que existen estas campañas y que desde las administraciones se potencien”, afirma Guadalupe Fontán, enfermera del CGE.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer que se celebra este 4 de febrero, el órgano que regula la profesión de las más de 325.000 enfermeras y enfermeros de España considera fundamental que, tras dos años durísimos de pandemia, el Gobierno central y los autonómicos hagan una apuesta clara por impulsar los cribados y la detección precoz del cáncer. “Es indudable que el COVID-19 puso en jaque nuestro sistema sanitario y ahora estamos viendo cómo existen enormes carencias, que suponen un deterioro de la atención por la falta de personal. Las administraciones no pueden quedarse atrás en este sentido, son las responsables de cuidar a los profesionales que trabajan en los hospitales, centros de salud y sociosanitarios, así como de proporcionar una sanidad pública y universal a la población”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.
Programas
Asimismo, Pérez Raya considera fundamental que se aumenten las consultas de cribado y que se hagan campañas de concienciación entre la sociedad. “Las personas deben conocer estos programas y debe acudir a ellos porque salvan vidas. Durante la pandemia se han pospuesto muchas revisiones, en algunas ocasiones porque los pacientes no querían acudir por miedo y en otras por motivos derivados de la saturación del sistema. Los centros sanitarios se han ido adaptando durante estos dos años y son lugares seguros para acudir a estas consultas. Aun así, sin una contratación masiva de personal seguiremos teniendo las mismas carencias en el futuro, es fundamental invertir en salud pública y prevención”, subraya el presidente de las enfermeras.
Según los últimos datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, se estima que durante este año se diagnostiquen 280.100 casos de cáncer en España. Por este motivo, las enfermeras recalcan que detectar a tiempo la enfermedad es fundamental para dar el tratamiento adecuado. Desde el Consejo General recuerdan que, a nivel europeo, existe consenso sobre la recomendación del cribado de cáncer de mama para mujeres de 50 a 69 años mediante una mamografía bienal o para el cáncer de cuello de útero o cérvix mediante citología cada 3-5 años en las mujeres de 25-65 años. Además, también se debe conocer el cribado de cáncer colorrectal mediante detección de sangre oculta en heces en ambos sexos de 50 a 69 años.
Vida saludable
Desde el CGE insisten en la necesidad de llevar una vida saludable para prevenir posibles casos. “Se ha demostrado que seguir unas pautas de hábitos y alimentación saludable, así como realizarse revisiones periódicas, autoexploración mamaria en mujeres y en hombres, la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano y consultar cualquier hallazgo o cambio físico que observemos como la pérdida de peso, la coloración de la piel, sangrados, etc. ayuda a detectar los casos antes de que alcancen estadios más avanzados”, explica Guadalupe Fontán.
Más allá de los cribados y de la prevención, la institución enfermera pone en valor también el trabajo de los investigadores y pide que se invierta en este ámbito. “Si ahora existen avances contra el cáncer es, sin duda, gracias a la investigación realizada durante décadas, pero todavía queda muchísimo camino por recorrer. Existen determinados tipos de cánceres, como el de páncreas, que generalmente terminan dando tarde la cara. Por eso, es fundamental que se invierta para continuar avanzando. Hay que trabajar en nuevos tratamientos y nuevos programas de detección. Sin olvidarnos de la investigación enfermera, imprescindible para tratar a nuestros pacientes en un mundo que ha cambiado el paradigma y ha pasado de una atención basada en el curar a una basada en el cuidar. En definitiva, hay que apostar y luchar por encontrar nuevos mecanismos contra esta enfermedad, que se cobra miles de vidas al año”, concluye Pérez Raya