Como explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, “estos materiales son fruto de nuestro compromiso con la formación continua de las enfermeras y la mejora de la salud de los ciudadanos. En esta ocasión, nos centramos en el manejo de la piel, concretamente en el de las personas mayores, que no sólo presentan una piel más frágil, con tendencia a la sequedad, sino que muchas veces sufre también las consecuencias que el consumo de determinados fármacos pueden tener sobre este órgano. Creemos que materiales como estos, que recogen de forma sencilla y gráfica distintas situaciones de riesgo y recomendaciones, son fundamentales para actualizar conocimientos y contribuir a la calidad de vida, en este caso, de un colectivo especialmente vulnerable como es el de la población mayor”.
Trabajo multidisciplinar
En su elaboración han colaborado enfermeras del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería, como Guadalupe Fontán, el enfermero experto en Dermatología Justo Rueda López, del CAP de Terrassa Nord de Barcelona, la dermatóloga María Elena de las Heras, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, y Mercedes Abarquero Cerezo, farmacéutica responsable de Comunicación Científica de CeraVe.
Los materiales parten de la celebración del webinar realizado en febrero sobre el manejo de la piel del paciente polimedicado. Un encuentro, organizado por ISFOS - Instituto de Formación del Consejo- y CeraVe, en el que se puso especial énfasis en el cuidado de las personas mayores que son las que con mayor frecuencia toman distintos fármacos y ven su piel más debilitada por el paso de los años. Tras la cantidad de preguntas suscitadas por los asistentes a este encuentro virtual, cerca de dos mil, se decidió elaborar estos materiales que parten de las últimas evidencias científicas al respecto y pretenden dar respuesta a las dudas más frecuentes.
Contenidos
Tanto la infografía como el vídeo animado, que ya está disponible en Canal Enfermero en Youtube y pueden descargarse desde la web del Consejo General de Enfermería, hacen hincapié en la importancia de los profesionales sanitarios para detectar precozmente alteraciones y problemas de la piel así como en la importancia de utilizar escalas validadas de valoración que permitan objetivar el riesgo de lesiones.
Como explica Guadalupe Fontán, “la piel de las personas mayores se presenta más deshidratada, seca y frágil y tiende a sufrir problemas como la xerosis, la dermatitis atópica y de contacto, el picor e incluso las infecciones cutáneas. A partir de ahí, hemos analizado distintas situaciones de riesgo y hemos establecido las recomendaciones para cada una de ellas”.
Así, por ejemplo, se detiene en el uso de fármacos que pueden incrementar el riesgo de cáncer de piel, como las tiazidas, que se emplean para el control de la hipertensión; o las gliptinas, que pueden estar detrás de la aparición de algunos casos de penfigoide ampolloso.
También se abordan otras situaciones frecuentes a estas edades como es el tratamiento con inductores del sueño y el riesgo potencial que supone su combinación con plantas medicinales que tengan un efecto relajante. Esto aumenta el riesgo de caídas que más allá de que puedan llegar a comprometer la propia vida del paciente tienen otros riesgos que afectan directamente a la piel como pueden ser los desgarros. Además, si estas personas padecen incontinencia, otro problema que afecta a muchos mayores, la caída se asocia también a un mayor riesgo de exposición a agentes irritantes como son la orina y las heces. “En la infografía -subraya Guadalupe Fontán- explicamos qué hay que tener en cuenta en las personas que padecen incontinencia y utilicen absorbentes, haciendo hincapié en cuestiones como la importancia de elegir la talla adecuada o que sean transpirables, entre otras”.
De forma general, se concluye con una serie de pautas que todas las personas mayores deben tener en cuenta para mantener una piel sana y mejorar así su calidad de vida.