La Organización Colegial de Enfermería, con la colaboración de su ONG Solidaridad Enfermera, ha donado a la Fundación ONCE y Mensajeros de la Paz más de 2.000 kilos de ropa térmica para enviar con urgencia a Ucrania y ayudar así a la población que continúa sufriendo la devastadora invasión de Rusia. Una guerra que dura ya más de 10 meses se ha cobrado la vida de miles de personas en territorio ucraniano y mantiene en vilo a la ciudadanía del país, muchos de ellos viviendo sin recursos como agua o calefacción en un momento en el que las temperaturas rozan los 3 grados bajo cero. Para la institución, estar cerca de la población ucraniana en estos momentos es un gesto de alianza y apoyo hacia ellos.
“Han transcurrido diez meses desde que comenzó la invasión ilegal por parte del ejército ruso contra el pueblo ucraniano. Desde la Organización Colegial nos pusimos a trabajar inmediatamente para ofrecer toda nuestra ayuda a los compañeros y compañeras que estaban allí trabajando, en una guerra cruenta y sinsentido que debe acabar. Ahora, en la temporada invernal, la situación se hace todavía más compleja porque las bajísimas temperaturas que soportan se han sumado a grandes cortes eléctricos y de gas. Es inadmisible. Esta donación es una pequeña aportación que hacemos desde la institución que presido, pero que va en nombre de todas las enfermeras y enfermeros españoles”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE).
Casi dos mil mallas y más de 12.000 camisetas térmicas para niños y adultos viajarán hasta Ucrania en 124 cajas y se repartirán por los territorios más afectados del país. Esta nueva donación se enmarca dentro del compromiso de la Organización Colegial con Ucrania y se suma al envío que se hizo en abril de 16 toneladas de material sanitario de primera necesidad para los hospitales de las zonas más necesitadas.
“Quiero agradecer a la Fundación ONCE y a Mensajeros de la Paz su colaboración y trabajo sobre el terreno en unas condiciones no sólo extremas sino peligrosas. Continuaremos ayudando al pueblo ucraniano hasta que finalice esta guerra inhumana, cruel, bárbara e injusta. Además, creemos necesario insistir a las administraciones europeas e internacionales en que consigan frenar la escalada de odio hacia los ucranianos, que se ha visto inmerso en este conflicto”, subraya Pérez Raya.
Navidad
En unas fechas tan señaladas como estas, en las que la Navidad debería inundar de alegría las casas de todo el planeta, este año serán muchas las familias que no podrán disfrutarlas por culpa del conflicto. “Por nuestra condición de enfermeras tenemos intrínseca la empatía, el compromiso, el cuidado y la solidaridad. Es durísimo ver cómo niños y niñas, mujeres y hombres de todas las edades tienen que seguir con sus vidas con el miedo a poder despertarse con el ruido de las bombas o, incluso, ser alcanzados por una de ellas. Esta barbarie tiene que parar. Esperamos y deseamos que 2023 llegue con el fin de la guerra. Por nuestra parte, seguiremos ayudando en todo lo que podamos”, recalca Pilar Fernández, coordinadora de esta acción solidaria