La consejería, según han explicado, forma a profesionales de todas aquellas especialidades de enfermería cuya formación especializada vía residencia se lleva a cabo en las unidades acreditadas para la docencia que según la normativa son: Enfermería Obstétrico-ginecológica, Enfermería de Salud Mental, Enfermería Familiar y Comunitaria y Enfermería del Trabajo. Están en fase de acreditación las especialidades de Geriatría y Pediatría.
Así, excepto la especialidad de Enfermería Obstétrico-ginecológica, de larga tradición, algunos de los profesionales titulados ejercen sus funciones en plazas básicas, denominadas “generalistas”, ya que las nuevas categorías se han ido implantando tanto en virtud de las necesidades asistenciales como la situación del personal que presta sus servicios en las mismas.
Sin embargo, han destacado que este paso supone “un nuevo reconocimiento a la profesión de enfermería, que tiene un importante peso en el sistema valenciano de salud”. En concreto, en las instituciones sanitarias de la Comunidad trabajan a diario cerca de 13.000 profesionales de enfermería; 10.000 en atención especializada y cerca de 3.000 en atención primaria.
Actualmente, de las más de 1.000 plazas de formación sanitaria especializada para graduados o diplomados en Enfermería ofertadas en el territorio nacional, la Comunidad ha obtenido la acreditación anual de 137 plazas en las cuatro especialidades de enfermería que actualmente se ofertan: 25 de Enfermería Familiar y Comunitaria, 11 de Enfermería de Salud Mental, 94 de Enfermería Obstétrico-Ginecológica y 7 de Enfermería del Trabajo.
Para la Consejería de Sanidad, la dotación de plazas para la Enfermería de Salud Mental es “un gran paso” en la formación especializada del personal sanitario; un área en el que se producen “cambios constantes y que requiere unos conocimientos específicos en nuevas tecnologías y nuevos procedimientos que revertirán en un aumento de la calidad de los cuidados”.
Europa Press