Gibbs también ha recordado el contagio de la auxiliar de enfermería española Teresa Romero y ha calificado a esta crisis como la “epidemia del miedo”, ya que las autoridades españolas “mataron a su perro por precaución, en twitter se hizo trending topic #VamosAMorirTodos y en un instituto de Ohio no admitían inscripciones de alumnos de Nigeria”.
“El ébola es una guerra y una advertencia. El sistema de salud global no puede mantenernos a todos seguros de enfermedades infecciosas. Gracias a la lucha de unos pocos trabajadores sanitarios, el resto del mundo puede dormir”, subraya Gibbs en la presentación del personaje del año.
Los profesionales sanitarios y los voluntarios consiguen así uno de los reconocimientos más prestigiosos del año y suceden al Papa Francisco, que fue el personaje de 2013. Un reconocimiento que, aunque no evita el contagio ni elimina la epidemia, da aún más visibilidad a un problema que era casi invisible hasta que traspasó las fronteras africanas.
‘Time’ ha recordado también a todas esas personas que, debido a la forma de contagio de la enfermedad (por fluidos), tienen un alto riesgo de contraer el ébola, que ya ha dejado a sus espaldas más de 6.300 muertes y casi 18.000 infectados.
Esta es la segunda vez que la revista otorga este reconocimiento a un colectivo, tras dárselo a “los manifestantes” en 2011, debido a la Primavera Árabe y a movimientos contra la crisis económica como los que hubo en los Estados Unidos, España, Grecia, Chile y Rusia, entre otros.
La publicación cuenta con el testimonio de alguno de estos luchadores, entre ellos el norteamericano Kent Brantly, que sobrevivió a la enfermedad tras ser repatriado a EE. UU.
Ángel M. Gregoris