Ausencia de herramientas
En este sentido, subraya que “con la evidencia de la ausencia de herramientas específicas que permitan de forma objetiva la evaluación de los niveles de miedo y ansiedad en grupos de especial vulnerabilidad como la mujer gestante, se justifica el objetivo general y específicos de esta investigación: desarrollar la adaptación y validación de una herramienta de evaluación de los niveles de miedo y ansiedad al COVID-19 con el objetivo de mejorar los procesos de evaluación a nivel emocional de la mujer en periodo prenatal”.
Tras el análisis, se ha desarrollado una escala denominada AMICO_Gestante con una estructura bifactorial de 16 items que se ha mostrado ser un instrumento válido y fiable para la medición de miedo y ansiedad relacionada con una enfermedad infecciosa con posible afectación a la gestación como el COVID-19. Se han podido evidenciar factores asociados a uno niveles superiores de miedo y ansiedad como son las variables: semanas de gestación, contacto con la enfermedad, estado en pauta de vacunación o modificaciones en su plan de parto o nacimiento.
Valoración
Tal y como él mismo destaca, las enfermeras, y más concretamente las especialistas en Obstetricia y Ginecología, juegan un papel trascendental en la valoración de las necesidades de cuidados tanto físicos como psicológicos de estas mujeres. “Sería recomendable que todas las gestantes fueran evaluadas mientras reciben atención sanitaria mediante herramientas de evaluación específicas, y las gestantes con antecedentes psicológicos previos precisan aún mas una consideración especial, ya que sus miedos y ansiedad son particularmente trascendentales en los resultados perinatales”, puntualiza.
Así, el enfermero considera que la implantación de la escala durante el control prenatal proporcionaría en cualquier unidad de cuidados maternales una herramienta de fácil utilización y permitiría conocer la situación emocional de la mujer en relación al contexto epidemiológico.
Por último, la Investigación pone de manifiesto la necesidad de intervenciones en la gestación de alto riesgo en relación a la afectación emocional. “Futuras investigaciones podrían considerar evaluar efectividad de diferentes intervenciones sobre las emociones negativas en la mujer gestante y analizar su repercusión en la satisfacción o en la toma de decisiones de la mujer”, concluye.
