La amenaza se extiende así a los convenios que actualmente sustentan la formación de especialistas de nada menos que trece Comunidades Autónomas, el Ingesa -que gestiona la sanidad en Ceuta y Melilla- y Quirón Prevención. Esta decisión impide directamente la formación de enfermeros residentes en la Especialidad de Enfermería del Trabajo -entre 90 y 100 profesionales- y se paraliza la contratación de los EIR (enfermero interno residente), una formación oficial y tan necesaria en materia de salud laboral.
El presidente del Consejo General de Enfermería de España (CGE), Florentino Pérez Raya, ha enviado una carta a la ministra de Sanidad, Mónica García, en la que califica este asunto como de “extrema gravedad”, una “verdadera involución en el desarrollo de las especialidades de Enfermería, un impedimento más a la formación especializada además de relegar un centro de gran prestigio histórico en el ámbito público como es la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo”.
Que se pongan los medios necesarios
Pérez Raya ha trasladado a la ministra que “no se debe dejar morir un centro tan reconocido, que languidece ante la falta absoluta de dotación de recursos y de personal, sin que se pongan, de una vez por todas, los medios que garanticen su futuro y, con ello, el de una formación sanitaria especializada tan importante para la Salud Pública que ese Ministerio -en referencia a Sanidad- debe defender”.
Por su parte, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), asegura que, como Organismo Público de Investigación, se enfrenta en este momento a un problema estructural, que comparten otras administraciones públicas, con falta de personal administrativo y de gestión, que imposibilita dotar a la ENMT de los medios necesarios.